1.-Bellezas

1.-Bellezas
Uniformes escolares.

domingo, 2 de mayo de 2021

XIX.-Los libros. a


​Libros.


códice 

Un libro (del latín liber, libri) es una obra impresa, manuscrita o pintada en una serie de hojas de papel, pergamino, vitela u otro material, unidas por un lado (es decir, encuadernadas) y protegidas con tapas, también llamadas cubiertas. Un libro puede tratar sobre cualquier tema.
Según la definición de la Unesco, un libro debe poseer veinticinco hojas mínimo (49 páginas), pues de veinticuatro hojas o menos sería un folleto; y de una hasta cuatro páginas se consideran hojas sueltas (en una o dos hojas).
También se llama «libro» a una obra de gran extensión publicada en varias unidades independientes, llamados tomos o volúmenes. Otras veces se llama también «libro» a cada una de las partes de una obra, aunque físicamente se publiquen todas en un mismo volumen (ejemplo: Libros de la Biblia).
No obstante, esta definición no queda circunscrita al mundo impreso o de los soportes físicos, dada la aparición y auge de los nuevos formatos documentales y especialmente de la World Wide Web. El libro digital o libro electrónico, conocido como e-book, está viendo incrementado su uso en el mundo del libro y en la práctica profesional bibliotecaria y documental.

FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR


Historia

Desde los orígenes la humanidad ha tenido que hacer frente a una cuestión fundamental: la forma de preservar y transmitir su cultura, es decir, sus creencias y conocimientos, tanto en el espacio como en el tiempo.
El planteamiento de esta cuestión supone, por un lado, determinar la forma de garantizar la integridad intelectual del contenido de la obra y la conservación del soporte en el que fue plasmada y, por otro, encontrar el medio por el cual se mantendrá inalterada la intención o finalidad para la cual se concibió.
Asiento


Los orígenes de la historia del libro se remontan a las primeras manifestaciones pictóricas de nuestros antepasados, la pintura rupestre del hombre del paleolítico. Con un simbolismo, posiblemente cargado de significados mágicos, estas pinturas muestran animales, cacerías y otras escenas cotidianas del entorno natural del hombre antiguo que trataba de dominar las fuerzas adversas de la naturaleza, capturando su esencia mediante su representación, son el más antiguo precedente de los primeros documentos impresos de que se tiene constancia.


libros

Comunicación oral y formas rudimentarias

Las señales gestuales fueron la primera forma de expresar y transmitir mensajes. La palabra hablada es la manera más antigua de contar historias. Mediante fórmulas de valor mnemotécnico se estructuraban narraciones, que pasaban de generación en generación como valiosa herencia cultural de los más diversos grupos humanos. Dichas reglas mnemotécnicas ayudaban tanto a la memorización como a la difusión de los relatos. Es el caso de los poemas homéricos, que han merecido valiosos estudios sobre el particular. Posiblemente, gran parte de las tradiciones y leyendas han tenido semejante inicio. Esta transmisión oral tenía el inconveniente de los «ruidos» que deformaban el mensaje. La mayoría de las veces era el narrador (rapsoda, aeda, juglar) quien en función de sus intereses la deformaba de una u otra forma.

Ilustración The book hunters (1909)

La escritura

Cuando los sistemas de escritura fueron inventados en las antiguas civilizaciones, el hombre utilizó diversos soportes de escritura: tablillas de arcilla, ostracon, placas de hueso o marfil, tablas de madera, papiros, tablillas enceradas, planchas de plomo, pieles curtidas, etc.
La escritura fue el resultado de un proceso lento de evolución con diversos pasos: imágenes que reproducían objetos cotidianos (pictografía); representación mediante símbolos (ideografía); y la reproducción de sílabas y letras.
Los más antiguos vestigios de escritura se encuentran, hacia finales del IV milenio a. C., en el Antiguo Egipto, con jeroglíficos, y la antigua Mesopotamia, mediante signos cuneiformes (escritura cuneiforme; utilizaban una varilla con sección triangular, que al hendir en placas de arcilla, dejaba una marca en forma de cuña). La usaron los sumerios, acadios, asirios, hititas, persas, babilonios, etc. La escritura egipcia, que perduró más de tres milenios, mediante jeroglíficos, representaba ideas abstractas, objetos, palabras, sílabas, letras y números. Evolucionó en las escrituras hierática y demótica. Otros pueblos, como los hititas y los aztecas también tuvieron tipos propios de escritura.

China

La escritura china más antigua que se conoce son 50000 inscripciones sobre conchas de tortuga que incorporan 4500 caracteres distintos, y data del 1400 a. C. en el yacimiento de Xiaotun, en la provincia de Henan. Pero los primeros libros reconocibles de China corresponden al siglo VI a. C., los jiance o jiandu, rollos de finas tiras de bambú o madera grabados con tinta indeleble y atados con cordel. Estos textos servían principalmente a causas institucionales, era la obra de funcionarios civiles o militares.
Desde Confucio en adelante (551-479 a. C.) los libros se convirtieron en importantes instrumentos de aprendizaje, se escribieron tratados de filosofía, medicina, astronomía y cartografía.
En el período de los reinos combatientes (475-221 a. C.) La seda se usó mucho como soporte para escribir. La tela era ligera, resistente al clima húmedo, absorbía bien la tinta y proporcionaba al texto un fondo blanco, sin embargo era mucho más cara que el bambú, es por esto que en ocasiones se hacía una copia en bambú antes de grabarse en seda los textos importantes.
La invención del papel según la tradición china, se atribuye a un eunuco de la corte imperial llamado Cai Lin en el 105 d. C. Usando nuevos ingredientes (trapos viejos, cáñamo, corteza de árbol y redes de pescar) creó un método de fabricación de papel muy similar al que se usa hoy en día. Pero el papel tardó cientos de años en reemplazar al bambú y la seda, fue hasta finales del siglo II d. C. que la corte imperial lo usó en cantidades importantes. Esta innovación no se propagó fuera de China hasta el 610 d. C. aproximadamente, y alcanzó Europa a través de España hasta el siglo XII.
A mediados del siglo VIII los chinos inventaron la impresión xilográfica, o el grabado en madera, y la necesidad de reproducir un gran número de textos e imágenes budistas, calendarios, manuales de adivinación y diccionarios promovió una rápida y temprana propagación de la xilografía. El primer libro impreso chino que se ha encontrado es el Sutra del diamante del 868 d. C.
Los impresores chinos crearon los tipos móviles hacia el siglo XI, el escritor chino Ch'en Kua (1030-1095) narra la historia de esta invención en su libro de cosas vistas y oídas (Mengshi Pitan), según el escritor el herrero JenTsung de la dinastía de los Song del norte entre 1041-1049 logró crear caracteres móviles, para esto utilizó arcilla endurecida al fuego sobre la cual había grabado unos caracteres móviles que fijo sobre una plancha de hierro impregnada de resina de pino, cera y cenizas. También se le atribuye la creación de una mesa giratoria para guardar los caracteres, esta técnica se llamaba tipografía tablearia. Hacia el 1300 Wang- Tcheng, un técnico agrónomo, emplazó la arcilla por madera de azufaifo, que era mucho más dura. Pero este avance no revolucionó la imprenta hasta el punto que lo hizo Gutenberg en Europa 400 años después. 
A diferencia de las lenguas europeas, el chino escrito requiere miles de caracteres únicos, lo que hace mucho más eficaz los bloques de madera individuales que los enormes conjuntos de tipos reutilizables. En contraste con el declive de las artes de los escribas en occidente en los siglos que siguieron a la creación de la imprenta de tipos móviles, la caligrafía china conservó su prestigio, era un arte. No obstante, a finales del siglo XV, China había producido más libros que el resto del mundo junto.
Los árabes aprendieron la técnica para fabricar papel de sus contactos con China en el siglo VIII, y este se introdujo en Europa en el siglo XII a través de la España musulmana.
lecturas

Corea

La obra xilográfica más antigua encontrada hasta nuestros días es el Dharani Sutra de Corea, datado en el 751 a. C., aunque no se sabe quién fue el inventor de la xilografía los chinos y coreanos fueron los que impulsaron la impresión xilográfica, principalmente para editar textos religiosos. El budismo chino y coreano fue el vehículo que trasmitió la xilografía a Japón. Pero Corea realizó muchos otros avances que revolucionaron la manera de imprimir y en consecuencia el libro.
Entre 1234 y 1239 los coreanos que se habían refugiado en la isla de Gwanghwa, debido a la invasión mongol, no disponían de madera dura fue entonces que imprimieron 28 ejemplares de los 50 volúmenes del Go geum sang jeong ye mun con caracteres móviles metálicos. La obra del año 1239 describe el método utilizado y termina diciendo: impreso para la eternidad con caracteres de nueva fabricación. Más tarde el rey Taejong puso en funcionamiento un taller que contribuía a la difusión de la escritura y en 1403, el tercer año de su reinado, se restableció la fundición nacional, el Jujaso, donde se fabricaban caracteres móviles de imprenta, realizó la primera fundición de tipos móviles en bronce. Cabe señalar que la invención de la tipografía coreana es de primordial importancia para la religión, particularmente el budismo, el confucionismo, y el taoísmo.
Durante el reinado del tercer hijo de Taejong, Sejong aumentó el número de centros dedicados a la enseñanza. En la capital existían cuatro escuelas, un colegio para el pueblo y una escuela para la familia real y sus parientes. El libro se convirtió en la herramienta primordial de los esfuerzos de alfabetización que, incluso llegaron a las provincias y pueblos lejanos. Los niños varones tenían que seguir las clases que les inculcaban las nociones básicas como la escritura y la lectura.
Los caracteres fueron mejorando con el tiempo, buscaban una forma más cuadrada y más regular que los precedentes, facilitando así la composición. Durante la invasión japonesa (1592-1598) un general japonés llevó caracteres móviles y libros a Japón, así Japón pudo desarrollar su imprenta, en cambio, la imprenta coreana retrocedió a partir de ese momento, se volvió a la madera para la fabricación de tipos móviles y cada la producción de libros decayó.
Sin duda alguna la dinastía Joseon fue el gran periodo para los libros coreanos, se sabe de 32 fundiciones de caracteres móviles metálicos y más de 350 modelos diferentes. A pesar de las dificultades Corea supo desarrollar e incluso exportar sus técnicas de imprenta. China no utilizó caracteres móviles hasta finales del siglo XV, en 1490, por su parte, Japón adoptó la técnica tipográfica coreana a finales del siglo XVI en 1592.

Egipto
escritores


Egipto creó el papiro y lo exportó a todo el Mediterráneo, se usaba para plasmar textos en Egipto, Grecia y Roma. La fabricación del papiro era complicada y dado que las láminas de papiro estaban hechas de dos capas superpuestas, por cada cara discurría una veta distinta, de ahí que se denomine recto donde el grano discurría de forma horizontal y verso en donde el grano discurría en vertical, sin embargo solo se escribía en la cara interna que era la más lisa. Las láminas se pegaban para hacer un rollo.
A partir del siglo I d. C. el pergamino comenzó a competir con el papiro. Se cree que aquel surgió en Pérgamo, en la actual Turquía. El pergamino tenía la ventaja de resistir condiciones de humedad, era más duradero y podía doblarse sin romperse, también podía rasparse para limpiarlo y ser reutilizado.
Es muy poco lo que se conoce de las bibliotecas egipcias, un pequeño testimonio es el templo de Horus, donde en uno de los muros están los títulos de 37 libros que eran parte de las bibliotecas.

Grecia
libros


La escritura alfabética hizo más accesible la lectura y la escritura. El alfabeto griego se desarrolló en el siglo VI y V a. C., era puramente fonético a diferencia de los ideogramas chinos, un erudito chino podía dedicar toda su vida a dominar miles de caracteres, en comparación, el alfabeto griego podía aprenderse en unos días. El uso de la escritura se incrementó en Atenas hacia el siglo V a. C.

En relación con el uso de la escritura y de los libros, se conocían entre los griegos los oficios siguientes:
  • Había escribientes, cuya profesión consistía en copiar, a quienes llamaban bibliographi
  • Otros que pintaban las letras, a los cuales les daban el nombre de kalligraphoi
  • Asimismo había bibliopolæ cuyo nombre se daba a los libreros que vendían los libros.
Estos entre los griegos no se vendían encuadernados sino enrollados. En Atenas los libreros tenían tiendas públicas y en ellas se reunían ordinariamente los literatos para leer los libros nuevos que se escribían.​

Roma



Entre los romanos se conocían las siguientes profesiones relacionadas con los libros:

  • los copistas de libros, llamados librarii
  • los encargados de venderlos o bibliopolæ
  • unos esclavos instruidos en el arte de encolarlos o pegarlos, conocidos con el nombre de glutinatores.
En tiempo de la república las personas acomodadas tenían en sus casas muchos copistas o secretarios, la mayor parte esclavos o libertos, para copiar los manuscritos nuevos. Pero en tiempo de Augusto los vendedores de libros, bibliopolæ, se introdujeron en Roma y comenzaron a verse tiendas de libros, que solían estar cerca de la entrada de los templos y de los edificios públicos, y en particular en el foro romano. Los libreros fijaban en sus puertas los títulos de las obras que tenían en venta para que con un golpe de vista pudiese cualquiera enterarse de lo que había en ellas.
En la Roma imperial los escritos podían encontrarse en todas partes. La administración cotidiana produjo un flujo constante de documentos, la alfabetización rudimentario era habitual, incluso en las clases bajas, lo que provocó que en el siglo I d. C. hubiera un crecimiento del público lector, ya no se escribía para un círculo de amigo íntimos, sino para un público anónimo, pero la clase alta siguió conservando la cultura literaria oral tradicional.
En el siglo III d. C. empezó el declive del imperio romano y las invasiones bárbaras causaron una contracción de la cultura escrita. Muchas instituciones escolásticas cayeron, a excepción de las mantenidas por la iglesia cristiana.
Durante los primeros siglos de la era cristiana apareció el códice, una de las más importantes y perdurables revoluciones de la historia del libro. Era más compacto y fácil de manejar que los rollos, podía utilizarse ambas caras del papel, lo que le permitía contener más texto. Aunque el códice tenía claras ventajas, el rollo siguió en uso durante varios siglos. La monarquía inglesa continuó usando rollos para registrar sus leyes hasta la edad media.
Con el advenimiento de la imprenta, se inicia la época de expansión bibliográfica, de la modernidad y del pensamiento crítico, facilitado en la actualidad con el acceso a la información en otro tipo de fuentes, tales como periódicos, revistas, Internet, etc. No obstante, el valor del libro es perdurable a través del tiempo.

Edad Media
profesores y los libros

Antes de la invención de la imprenta era muy costosa la adquisición de una obra importante y se vendía lo mismo que una heredad o casa, por medio de escritura pública y bajo condiciones particulares. Los historiadores citan muchos ejemplos de lo escasos que eran en la edad media los libros y de lo caros que se vendían en Europa. Saint-Loup, abad de Ferrleres, envió dos de sus monjes a Italia el año 855, con el solo objeto de sacar una copia del Tratado de la Oratoria de Cicerón y de algunos otros libros latinos, de los cuales no poseía sino algunos fragmentos. En el siglo XII ejemplar de la Biblia y otro de las cartas de San Jerónimo eran poseídos en común por varios monasterios de España, que se servían de ellos simultáneamente. 
El abate Lebeuf menciona una colección de homilías por las cuales se dieron en Bretaña, en el siglo XI, 2000 carneros y tres moyos de grano. La copia de los manuscritos se hacia entonces con tanta pausa y lentitud, que una copia de la Biblia sacada en cinco meses se consideró como un prodigio de velocidad. Habiendo legado un particular en 1406 a una iglesia de Parts, un breviario para el uso de sus capellanes y para los sacerdotes pobres, se resolvió a fin de conservar tan preciosa alhaja y de cumplir al mismo tiempo los deseos del testador, encerrarlo en una caja de hierro. En el siglo XV todavía no se prestaban los libros sino con muchas garantías y seguridades.

Con el fin de que las obras se conservaran y reprodujeran, se acostumbraba en algunos monasterios a que cada novicio copiara antes de profesar el libro que el superior le señalaba a cuya costumbre debemos muchos libros preciosos de la antigüedad, que sin esta medida no habrían llegado basta nosotros. Los monasterios contribuyeron con este y otros medios a la conservación de muchos escritos y documentos preciosos que se salvaron, en medio de la borrasca universal de la Edad Media, en aquellos monasterios donde se refugiaron y encontraron acogida las ciencias y las letras.

El libro antiguo

El libro comprendido como una unidad de hojas impresas que se encuentran encuadernadas en determinado material que forman un volumen ordenado, puede dividir su producción en dos grandes períodos: desde la invención de la imprenta de tipos móviles hasta 1801, y el periodo de producción industrializada.
Así libro antiguo es aquel que fue producido en el período manual de la imprenta, es decir que fue impreso con tipos móviles metálicos, estos libros fueron publicados desde la creación de la imprenta en el siglo XV hasta el siglo XIX.
La aparición de la imprenta de tipos móviles en 1444, revolucionó el proceso de producción del libro, aunque algunos procesos de la fabricación se mantuvieron igual que en la época de los scriptoria, la imprenta hizo relativamente más sencilla la producción de libros.
La coexistencia del desarrollo de la imprenta con el comienzo del movimiento humanista y la reforma luterana impulsaron el crecimiento de la industria del libro, puesto que vieron en él un medio de difusión masivo. Pero también existían otras circunstancias que ayudaron a la propagación del libro impreso, el auge de las universidades desarrolló un mercado más amplio para los libros entre las élites intelectuales laicas y religiosas. En medio siglo, la segunda mitad del siglo XV, el libro impreso se convirtió en un importante negocio internacional, los libreros e impresores fueron ante todo empresarios. Pero el libro también debe su expansión a la atención que algunos monarcas y religiosos pusieron en la imprenta, en 1468 el papa Paulo II ordenó imprimir las epístolas de san Jerónimo, por su parte el rey de Francia Carlos VII mandó a Nicolás Jenson a Alemania para aprender la técnica de impresión, con el tiempo los más importantes soberanos en Europa protegieron el desarrollo de la imprenta.
La superioridad de la imprenta sobre la xilografía fue incuestionable, la escritura era regular, impresión a ambas caras, rapidez de impresión y la posibilidad de volver a utilizar los caracteres para imprimir otros textos.
Se puede establecer una cronología del libro antiguo dividida en siglos, tomando como base ciertas características comunes en un siglo determinado:
  • Incunables siglo XV
  • Renacentistas siglo XVI
  • Barroco siglo XVII
  • Neoclásico siglo XVIII
  • Ilustrado siglo XIX

El auge del libro

códice y caligrafía

La producción de libros en Europa crecía desde 500 hasta 1800 por el factor de más de 70 000. El evento clave era la invención de la imprenta por Gutenberg en el siglo XV.
No es sino hasta mediados del siglo XVIII, una vez que el libro ha superado las dificultades tecnológicas que le impedían convertirse en una mercancía, que este inicia su rápido ascenso dentro del gusto de las minorías ilustradas de la sociedad.
La invención de la imprenta y el desarrollo del papel, así como la aparición de centros de divulgación de las ideas, permitieron la aparición del escritor profesional que depende de editores y libreros principalmente y ya no del subsidio público o del mecenazgo de los nobles o de los hombres acaudalados.
Además, surge una innovación comercial que convierte al libro en una mercancía de fácil acceso a los plebeyos y los pobres, que consiste en las librerías ambulantes, donde el librero cobra una cantidad mensual para prestar libros, que al ser devueltos le permiten al lector-usuario recibir otro a cambio.
El mismo libro, se convierte en un avance que da distinción a los lectores como progresistas en un siglo en que el progreso es una meta social ampliamente deseada y a la que pueden acceder por igual nobles y plebeyos, creando una meritocracia de nuevo cuño.

A pesar de lo anterior, la minoría que cultiva el gusto por el libro se encuentra entre los nobles y las clases altas y cultivadas de los plebeyos, pues solo estos grupos sociales saben leer y escribir, lo que representa el factor cultural adicional para el inevitable auge del libro.

Caligrafía.

griego

armenio

georgiano

La caligrafía (del griego καλλιγραφία [kaligrafía]) es el arte de escribir con letra bella, artística y correctamente formada,1​2​ siguiendo diferentes estilos; pero también puede entenderse como el conjunto de rasgos que caracterizan la escritura de una persona o de un documento.
Una perspectiva clásica definiría a la caligrafía como el conjunto de letras escritas que dependen del flujo y ritmo de la pluma, pincel o instrumento de borde plano que se utiliza para su trazado.​ Rufino Blanco definió la caligrafía como «el arte de representar con belleza los sonidos orales por medio de signos gráficos, o bien, la única bella arte gráfica de la palabra».
Una definición contemporánea de la práctica de la caligrafía es "el arte de escribir bello".​ La historia de la escritura es una historia de evoluciones estéticas enmarcadas por las habilidades técnicas, velocidad y limitaciones materiales de las diferentes personas, épocas y lugares.
La caligrafía es el arte donde la expresión abstracta puede adquirir más importancia que la legibilidad de las letras. La caligrafía clásica difiere de la tipografía y de la escritura manual no clásica, aunque un calígrafo puede ser capaz de crear todas ellas.
Casi todas las civilizaciones que practican la escritura han desarrollado un arte de caligrafía Sin embargo, algunas de ellas lo han elevado a un estatus especial dependiendo de contextos históricos o filosóficos particulares. Esto puede llevar a un cuestionamiento sobre el uso mismo de la palabra caligrafía aplicada a culturas no grecorromanas.
Además, el lugar de este arte en Oriente ha sido muy diferente de su lugar en Occidente, ya que el aprendizaje del arte del trazo fue la base de la formación clásica del pintor oriental, en civilizaciones donde no separan el arte de la letra y el dibujo.6​ En varias civilizaciones orientales, la caligrafía es parte de las ciencias ocultas, la jerarquía (el pensamiento, el pincel, la línea y la idea filosófica son inseparables).
Es en Occidente el arte de los monjes copistas, pero también de grandes calígrafos responsables de contribuir al prestigio de sus soberanos y sus aristócratas. Con ello, el trabajo de los calígrafos fue más en la línea de buscar una ejecución perfecta para la gloria de sus patrocinadores, que en una búsqueda puramente "estética", una noción muy contemporánea.

Confección de un libro.

Imprenta de Gutenberg

Normalmente, un libro es impreso en grandes hojas de papel, donde se alojan 8 páginas a cada lado. Cada una de estas grandes hojas es doblada hasta convertirla en una signatura de 16 páginas. Las signaturas se ordenan y se cosen por el lomo. Luego este lomo es redondeado y se le pega una malla de tela para asegurar las partes. Finalmente las páginas son alisadas por tres lados con una guillotina y el lomo pegado a una tapa de cartón. Toda esta tarea se realiza en serie, inclusive la encuadernación.
En el caso de que las hojas no sean alisadas mediante un proceso de corte, se habla de un libro intonso.
Las imprentas más modernas pueden imprimir 16, 32 y hasta 64 páginas por cara de grandes hojas, luego, como se mencionara más arriba, se las corta y se las dobla. Muchas veces el texto de la obra no alcanza a cubrir las últimas páginas, lo que provoca que algunos libros tengan páginas vacías al final del mismo, aunque muchas veces son cubiertas con propaganda de la editorial sobre textos del mismo autor o inclusive otros de su plantilla.
Los importantes avances en desarrollo de software y las tecnologías de impresión digital han permitido la aplicación de la producción bajo demanda (en inglés el acrónimo P.O.D.) al mundo del libro. Esto está permitiendo eliminar el concepto de "Libro Agotado" al poder reimprimirse títulos desde un solo ejemplar, y se está fomentando la edición de libros en tiradas muy cortas que antes no eran rentables por los medios tradicionales.
Como aplicación más innovadora, las librerías electrónicas más reconocidas están además ofertando a todo el mundo libros que no son fabricados hasta que son vendidos. Esto es posible solo por estar dados de alta en los sistemas de producción de compañías internacionales como Lightning Source, Publidisa, Booksurge, Anthony Rowe, etc.



Un libro de bambú chino cumple
con la definición moderna de Codex



Libros


los libros


Los libros ocupan un lugar muy especial en la historia. Presentes desde la antigüedad, su contenido nos ofrece una mirada al pasado, ya sea a través de crónicas de eventos actuales, documentos de figuras históricas o simplemente contando historias. Sin embargo, lo que encontramos entre sus páginas no es lo único que puede ofrecernos una lección de historia. De hecho, examinar a los libros como objetos en sí mismos puede ser igualmente esclarecedor.
Aquí exploraremos la historia del libro. A medida que hojeamos sus comienzos en la Antigüedad, sus capítulos más modernos, y todo lo que hay en medio, es probable que obtengamos una nueva apreciación de este objeto milenario.

ROLLOS DE PAPIRO.


papiro egipcio


El primer precursor del libro se remonta al Antiguo Egipto. Durante la Quinta Dinastía (2563 – 2423 a.C.), los egipcios comenzaron a emplear el tallo del papiro, una hierba acuática, como una forma temprana de papel. Las gruesas hojas tejidas con este material orgánico ofrecían una superficie de escritura ideal para tintas y pigmentos especiales. Usando una pasta de harina, también podían unirse para formar un pergamino, o una colección de páginas enrolladas.
Aunque los pergaminos sin duda mejoraron los antiguos métodos de documentación, su orientación vertical y la necesidad de ser desplegados dificultaban su manejo. Por eso, siglos más tarde, los romanos rectificarían estos problemas con un nuevo prototipo. 


CÓDICES ROMANOS.

En el siglo I, los romanos hicieron historia—y solo tuvieron que girar el pergamino. Al darle a sus folios una orientación horizontal y posteriormente doblarlos, inventaron el códice. Eventualmente, los romanos usaron este modelo de base para reemplazar los característicos pliegues de los códices con cortes, encuadernando las hojas dentro de una portada y una contraportada.



Hoy, estas adaptaciones son consideradas los primeros libros de la historia.


MANUSCRITOS MEDIEVALES.

códice medico  árabe


En la Edad Media, el códice alcanzó nuevas alturas con la proliferación del manuscrito ilustrado. Se trata de un libro cuyas páginas de pergamino están adornadas con pequeñas ilustraciones, bordes intrincados y otros elementos decorativos. 
A menudo hallados en textos religiosos, estos deslumbrantes detalles tenían el propósito de “marcar pasajes importantes, o realzar o comentar el significado del texto”.
Estas obras ornamentadas se hacían totalmente a mano, diferenciándolas de los cada vez más populares libros impresos de la época.

El Codex Amiatinus describe anacrónicamente al Ezra bíblico con
 el tipo de libros que se usaban en el siglo VIII d.C.



 
CODICE
códice


(del latín codex, -icis) es uno de los formatos del libro. Se compone de cuadernos plegados, cosidos y encuadernados. Habitualmente, se puede escribir en ambos lados de cada hoja, denominadas páginas, que pueden numerarse. Aunque técnicamente cualquier libro moderno es un códice, el término se utiliza comúnmente para libros escritos a mano (manuscritos) en el periodo previo a la imprenta (es decir, hasta el fin de la Edad Media), y para los documentos producidos por los indígenas mesoamericanos, en la época precolombina, durante la conquista y los virreinatos.
 El significado lo recoge el DRAE. 
a​ El diminutivo de "códice", "codicilo", se emplea únicamente en contextos testamentarios. Derivada de esta es la palabra "código".

Mujer con un libro

Etimológicamente, la palabra latina codex parece proceder de la contracción del diptongo de la también latina caudex, -icis ('tronco' —de la que se ha propuesto su origen caldeo—). Este nombre, que dieron los romanos a la tablilla de cera para escribir, por desplazamiento semántico terminó designando a los libros con páginas, diferenciados de los rollos empleados hasta entonces.
Cuando hablamos de xilografía, seguramente te vienen a la mente imágenes de las famosas estampas japonesas. Sin embargo, antes de que los artistas japoneses crearan sus “pinturas del mundo flotante”, los monjes del siglo IX en China ya utilizaban esta técnica para producir libros impresos. La práctica llegó a Europa durante la Edad Media, materializándose como libros xilográficos o libros de bloque.
[Era] esencialmente un libro ilustrado”, explica la Biblioteca del Congreso. Los libros de bloque presentaban “una sola página xilográfica en la que se tallaban el diseño y el texto, se entintaban y luego se presionaban contra el papel, dejando una impresión de imagen y palabras”. Fieles a esta comparación de “libros ilustrados”, los libros de bloque típicamente comprenden menos de 50 hojas y presentan imágenes coloreadas a mano.
 
LIBROS XILOGRÁFICOS Y PRODUCIDOS EN MASA.

Imprenta Gutemberg

 

En el siglo XV, el orfebre alemán Johannes Gutenberg perfeccionó los métodos anteriores para hacer libros con su innovadora imprenta. Esta innovadora máquina agilizó el proceso de impresión mediante el uso de tipos móviles—piezas metálicas ajustables que podían entintarse individualmente y utilizarse una y otra vez.
El impacto de la imprenta de Gutenberg fue particularmente evidente durante el Renacimiento, ya que su capacidad de producir libros en masa permitió que los ideales italianos ilustrados se extendieran por todo el continente.


LIBROS ENCUADERNADOS

Además de dar origen a métodos cada vez más eficientes de producción en masa, la imprenta facilitó otro hito de la industria del libro: la encuadernación moderna.

libros encuadernados

Hasta el invento de Gutenberg, los folios de los libros se unían meticulosamente utilizando madera, metal e hilo. Tras la aparición de la imprenta—y la consiguiente comercialización de los libros—la industria editorial adaptó su enfoque, usando materiales menos costosos como la tela y el pegamento, que se convirtieron en los medios de encuadernación preferidos en el siglo XX.

 Encuadernadores.


marca de un encuadernador

La palabra encuadernación proviene del latín quaternos con el prefijo quaterni ‘cuatro’. Cuadernillo es cada pliego que se dobla en forma de cruz o en cuatro, para ser incluido en un libro. Por lo tanto, la encuadernación es la unión de cuadernillos por uno de sus costados y unas tapas a modo de cubiertas.
libro encuadernado

Generalidades

Los tipos de encuadernación tienen por objeto procurar tres factores: conservación, fácil manejo y presentación artística y comercial. Antes del siglo xix la encuadernación se hacía artesanalmente y era relativamente costosa, aunque muchos propietarios mandaban hacer a mano encuadernaciones refinadas o utilitarias. Con la industrialización los procesos se abarataron mucho y se desarrollaron nuevas técnicas para vender libros y publicaciones a un coste más bajo, con lo que se desarrollaron técnicas para encuadernar más sencillas, más rápidas y menos costosas. La idea era llegar a un mayor número de consumidores abaratando el producto.

En la comercialización de libros se distingue entre las encuadernaciones "en tapa" y "en rústica". La encuadernación en tapa también se llama encuadernación cartoné, mientras que a la encuadernación rústica también se le llama de tapa blanda. Ambos sistemas pueden consistir en distintos métodos en función de los materiales y la técnica empleada, pues se pueden utilizar encolados, cosidos o grapados o una combinación de estos sistemas.
 La encuadernación en rústica, en inglés conocida como paperback softcover, es un tipo de encuadernación en la que el libro, cosido o pegado con cola, está forrado simplemente con una cubierta de papel o de cartón, generalmente fuerte pero a menudo flexible, y encolada al lomo. Si los pliegos forman cuadernillos y luego se cosen, se denomina encuadernación rústica cosida. Si no hay cuadernillos sino que las hojas van sueltas y se unen a las cubiertas directamente encoladas por su canto, se denomina rústica fresada.
libros encuadernados.

El coste es menor en rústica fresada que en cosida. Si en vez de pegarse, tanto las hojas interiores como las tapas van simplemente grapadas, el coste es menor todavía. La encuadernación grapada es de varios tipos: la más sencilla consiste en una única grapa que fija las hojas del cuaderno y las tapas. Por esta misma razón, el papel en este tipo de libros suele ser de baja calidad, de pulpa de madera (pulp).

  • El cosido o fijación puede ser realizado con materiales, como grapas o alambres, por lo cual recibe distintas denominaciones. Las ediciones de bolsillo usan casi sistemáticamente la encuadernación rústica. La calidad de las páginas interiores del libro (calidad del papel, cosido, impresión de las hojas, entintado, etc.) es independiente del tipo de cubierta elegida. Muchas veces la publicación solo se diferencia por las tapas en cartoné o rústica, siendo una misma edición de la cual una vez acabada la parte interior, se completa su cubierta, destinando una parte de la tirada a encuadernar en tapa y otra parte a rústica.
  • La encuadernación grapada es de varios tipos: la más sencilla consiste en una única grapa que fija a la vez las hojas del cuaderno y las tapas. Pero hay versiones más elaboradas. No se usan grapadoras de oficina, sino máquinas industriales que sustituyen el cosido con hilo por cosido con hilo metálico o alambres de diversos tipos. El grapado y otras variantes como el anillado o la espiral se usa en revistas, periódicos, panfletos, folletos, carpetas, cuadernos, blocs, talonarios, libretas y fotocopias. A su vez, con las publicaciones se puede hacer un retapado. Esto consiste en unir varias publicaciones (como cuadernos o revistas) mediante una encuadernación por encolado y una nueva cubierta exterior. El TPB, Trade Paperback, se refiere específicamente a una colección de historias originalmente publicadas en cómics reimpresas en formato tomo.
En los últimos años del siglo xix comenzaron a aparecer editoriales que empleaban la técnica de la encuadernación en rústica y la publicación editorial masiva para comercializar ejemplares literarios de forma barata y, por tanto, accesible a personas con menor capacidad económica. La encuadernación en rústica existe desde mediados del siglo XIX, pero se popularizó alrededor de 1930. Generalmente, los libros encuadernados de este modo son los de ediciones baratas, ya que una encuadernación así es mucho más económica que una encuadernación cartoné de cubiertas rígidas.
Las primeras publicaciones pulp (de pulpa de papel eran baratas y de consumo popular y se especializaban en narraciones e historietas de diferentes géneros de la literatura de ficción. El consumo de estos productos aumentó debido a la disminución de la tasa de analfabetismo.​ Este tipo de publicaciones eran además más propicias para el intercambio y el préstamo (por una pequeña cantidad de calderilla) en kioscos, por su escaso valor económico, su abundancia y su escasa durabilidad física. Las ediciones de bolsillo usan casi sistemáticamente la encuadernación en rústica. Las historietas cómicas o pasquines (comic books) son también un buen ejemplo de este tipo de encuadernación.

Ex libris y el supralibros.

ex libres de rey de España


FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR


FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR



FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR



escudo de armas del rey de España

Exlibris​ o ex libris​ (locución latina que significa, literalmente, «de entre los libros») es una marca de propiedad que normalmente consiste en una estampa (grabado), una etiqueta o un sello que suele colocarse en el reverso de la cubierta o tapa de un libro o en su primera hoja en blanco (por ejemplo, en la página del título), y que contiene el nombre del dueño del ejemplar o de la biblioteca propietaria. El nombre del poseedor va precedido usualmente de la expresión latina ex libris (o también, frecuentemente, ex bibliotheca o e-libris), aunque se pueden encontrar variantes (por ejemplo, «soy de...» o similares).

Características


parte de un libro


Además de la leyenda que acredita la pertenencia del libro a una biblioteca personal o institucional, por lo general el exlibris exhibe también alguna imagen. Los ejemplos más antiguos emplean escudos heráldicos; predominan también imágenes de contenido alegórico o simbólico (muchas veces acompañadas de algún lema). La tipología de las imágenes se ha ido diversificando mucho: abundan por ejemplo las relacionadas con la profesión, actividad, gremio o afición del dueño del libro, también se encuentran muchos de contenido erótico (que habitualmente señala la pertenencia del ejemplar a una colección especializada en esa temática), de tema "macabro" (con esqueletos o calaveras alusivos al paso del tiempo y a la muerte), monogramas, etcétera. Son frecuentes también los motivos relacionados con el mundo del libro y las bibliotecas.


El supralibros


Super libros con el escudo de armas del rey de España.


El supralibros, superlibros o, incorrectamente, superlibris​ (del latín supra, "sobre, encima de" y libros, "libros", en caso dativo, que es el que rige la preposición supra) es una indicación de propiedad de un libro que se realiza en la encuadernación y suele tener motivos heráldicos o monogramas que identifican al propietario.

parte de libro

En la cultura del libro, se han utilizado principalmente tres formas de marcar la propiedad del mismo, las anotaciones manuscritas, el ex libris y el supralibros. Mientras que los ex libris se estampan o pegan en el interior de un libro, los supralibros se aplican en la cubierta del libro, lo que le hace tener un mayor resalte.

partes del libro


Por estar situado en la encuadernación, hay que tener en cuenta que ésta ha podido realizarse en una época posterior a la edición del libro, pero es una buena pista, en cualquier caso, sobre quien poseyó en algún momento el libro en cuestión.

libros 


Los supralibros pueden ser textuales o figurativos. Los primeros suelen componerse de frases cortas en las cubiertas o las iniciales del propietario en la parte inferior del lomo. Los figurativos, principalmente en el centro, suelen ser motivos simbólicos o heráldicos. Se realizan, principalmente, con pan de oro y en relieve en la cubierta superior de un libro o en la cubierta inferior. Al igual que los ex libris, los supralibros son fundamentalmente, una expresión de orgullo del dueño del libro, la marca del propietario y, a menudo, un motivo ornamental. Además pueden tener también la función de evitar el robo o la pérdida del libro.

Fueron utilizados como tales por primera vez durante el Renacimiento, cuando se formaron las primeras grandes bibliotecas privadas. Hubo desde entonces famosos bibliófilos que utilizaron supralibros que pueden hacer que un libro sea muy cotizado, como el caso de Jean Grolier de Servières, vizconde de Aguisy.


 


Profesor Heredia "Fifi ", me impuso a leer libros.



Materias.

Alcohol y libros.

Bibliófilos

Caligrafía y códices.

Ex- libris.

Encuadernadores

Imprentas.

Libros Antiguos.

Librerías.

 

ST THOMAS AQUINAS (1225-1274), and PTOLOMY OF LUCCA (c.1236-c.1327), De regimine pricipum , in Latin, illuminated manuscript on vellum, Naples, 1470.

códice

SANTO TOMÁS DE AQUINO (1225-1274), y PTOLOMIA DE LUCCA (c.1236-c.1327), De regimine pricipum , en latín, manuscrito iluminado sobre vitela, Nápoles, 1470.



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[De regimine principum]. Obra filosófico-política de Santo Tomás de Aquino (1225- 1274). Son seguramente auténticos los dos primeros libros de la obra; el tercero y cuarto, que tratan fundamentalmente de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, son, en cambio, apócrifos, aunque inspirados en ideas que Santo Tomás ha sostenido en los dos primeros. La obra lleva la dedicatoria «ad regem Cipri».

Santo Tomás parte de la concepción aristotélica según la que el hom­bre es un «animal político» destinado a vi­vir socialmente. Pero es necesario un rector que guíe a los hombres al cumplimiento de su fin, ya que los hombres no saben regirse por sí mismos. Como hay una facultad rec­tora sobre las partes del alma y del cuerpo, así debe haber un principio regente («aliquod regitivum») para la sociedad. El prin­cipio regente pertenece a uno solo: al rey. Está implícito en la idea misma de realeza el que uno solo mande («De ratione regis est quod sit unus qui praesit»). 
Así, Santo Tomás abona el ideal monárquico cristiano- medieval, constituido por analogía con Dios, rector del universo. Formas inferiores de gobierno son la «política», buen gobierno ejercido por muchos, y la «aristocracia», buen gobierno ejercido por pocos. Malos gobiernos son, en cambio, la «democracia» y la «oligarquía». Pero el gobierno peor es la «tiranía», porque el gobierno de uno solo, cuando es justo es excelente, cuando es in­justo es pésimo. El fin del gobierno es la salvación de la sociedad: la unidad, la concordia, la paz:
 «unitas quod vocatur pax». 
Sin esta paz no es posible la reali­zación del fin social, que consiste en vivir según la virtud. El rey, en su gobierno, debe aspirar al honor y a la gloria, pero honor y gloria no son premios adecuados para los cuidados de un buen rey; éste obten­drá su premio de Dios. En efecto, el rey, al gobernar a su pueblo, es ministro de Dios, puesto que, según la teoría teocrática medieval, derivada de San Pablo «non est potestas nisi a Deo».


Así se dibuja la figura ideal del príncipe de la Edad Media: bueno, piadoso, paternal, figura que será tema pre­ferido de todo un género de literatura po­lítica. Los deberes del rey hacen que éste tenga para el reino, la misma función que ejercen el alma con respecto al cuerpo y Dios con respecto al mundo. El rey debe gobernar de manera que distinga y ordene a sus súbditos, así como Dios dispone en orden variado todas las cosas, pero más allá del fin terreno, que es la virtud, existe un fin ultraterreno que el hombre podrá alcan­zar con ayuda de la gracia divina.
 Existe, pues, un gobierno superior al humano: el gobierno que pertenece a Dios, esto es, a Jesús, y que hace a los hombres hijos de Dios. Cristo es Rey y Sacerdote; de Él, pues, deriva el sacerdocio de los reyes. Se distingue así del orden temporal el orden espiritual confiado a los sacerdotes y, «de manera especial, al Sumo Sacerdote, suce­sor de San Pedro, vicario de Cristo, Pontí­fice romano, al cual todos los reyes de la cristiandad deben someterse como al propio Cristo». 
No sólo esto, sino que el rey debe hacer por manera que no existan impedi­mentos para la función sacerdotal.

El bien de un pueblo no es sólo el bien momentá­neo; queda, pues, circunscrito el poder tem­poral de los reyes, de los cuales trata espe­cialmente el segundo libro de la obra. Puesto que el fin perseguido por el rey es terre­nal, él debe poseer abundancia de bienes, riquezas naturales y artificiales, como di­nero, buenos ministros, ejércitos valerosos, fortalezas potentes, carreteras seguras y li­bres, y medios para ayudar a los pobres con el erario público. Todo rey o príncipe debe, en fin, atender al culto divino, no solamente como hombre, sino también como rey, pues­to que el rey es el «ungido del Señor» y de Dios recibe autoridad sobre la tierra. 
[Trad. por Alonso Ordóñez das Seyjas y Tobar, bajo el título: Tratado del Gobierno de los Príncipes (Madrid, 1625). Esta misma tra­ducción, revisada y corregida por don Vicente García de la Huerta, fue reimpresa en el siglo XVIII (Madrid, 1788). Existe, además, otra edición con texto latino y traducción castellana por León Carbonero y Sol bajo el título: El gobierno monárquico, o sea, el libro de Regimine Principum (Se­villa, 1861)].

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Giovan Marco Cinico , o Giovan Marco ( Iammarco ) de Parma ( Parma, hacia 1430 - Nápoles , hacia 1503 ), fue un calígrafo italiano del siglo XV, activo en el medio aragonés del Reino de Nápoles .
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Cola Rapicano ( fl.  1451–1488 ) fue un iluminador italiano que trabajó en Nápoles durante la segunda mitad del siglo XV.
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Manuscrito humanista napolitano del tratado medieval esencial sobre la realeza, firmado y fechado por Giovanni Marco Cinico e iluminado por Cola Rapicano, 1470


 Ejemplo de libro turco otomano.


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Libro de Ebussuud Efendi (Turco: Mehmed Ebussuûd Efendi, 30 de diciembre de 1490 – 23 de agosto de 1574) fue un jurista otomano de la escuela Hanafí y exégeta del Corán.

Ebussuud era hijo de İskilipli Sheikh Muhiddin Mehmed Efendi. En los años 1530s, Ebussuud sirvió como juez en Bursa, Estambul y Rumelia, donde adaptó las leyes locales en conformidad con la ley islámica (sharia). El sultán Suleiman el Magnífico le promovió a gran mufti – juez supremo y más alto oficial – en 1545, un oficio que Ebussuud mantuvo hasta su muerte y el cual llevó a la cumbre de su poder. Trabajó estrechamente con el sultán, emitiendo opiniones judiciales que legitimaron los asesinatos de Yazidis ordenados por Suleiman y el ataque de su sucesor Selim a Chipre.
Junto con Suleiman, el "Legislador", Ebussuud reorganizó la jurisprudencia otomana y la puso bajo un control gubernamental más estricto, creando un marco legal que unía la sharia y el código administrativo otomano (qānūn). Mientras que la opinión prevaleciente sostenía que los jueces eran libres de interpretar la sharia, la ley a la cual incluso el gobernante estaba sujeto, Ebussuud instituyó un marco en el cual el poder judicial se derivaba del sultán y que obligaba a los jueces a seguir los qānūn-nāmes del sultán, "cartas de ley", en su aplicación de la ley.
Además de sus reformas judiciales, Ebussuud es también recordado por la gran variedad de opiniones consultivas (Fetua) que emitió. Sus opiniones favorables hacia el Karagöz y el consumo de café, una novedad para la época, son particularmente celebradas.

Libro siglo XIX

Pius X. pápa. Pius pápa életének és uralkodásának története napjainkig. Budapest 1907 book
Autor Czaich Á. Gilbert és Fráter Aladár.

 



La historia de la vida y el  Papado  Pío X hasta nuestros días.

Nota: Pío X (en latín, Pius PP. X), de nombre secular Giuseppe Melchiorre Sarto (Riese, 2 de junio de 1835-Roma, 20 de agosto de 1914) fue el 257.o papa de la Iglesia católica desde el 4 de agosto de 1903 hasta su muerte en 1914.
Es principalmente recordado por su fuerte oposición al modernismo teológico y por dirigir la primera codificación del derecho canónico de la historia de la Iglesia católica, que fue publicada en 1917.



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