1.-Bellezas

1.-Bellezas
Uniformes escolares.

jueves, 3 de junio de 2021

XXIII.-Caricaturas y el dibujante de tribunales. a

 Caricaturas.

Fernado villegas

Una caricatura (del italiano caricare: cargar, exagerar) es un retrato que exagera o distorsiona la apariencia física de una o varias personas. Es en ocasiones un retrato de la sociedad reconocible, para crear un parecido fácilmente identificable y, generalmente, humorístico. También puede tratarse de alegorías. Su técnica usual se basa en recoger los rasgos más marcados de una persona (labios, cejas, etc.) y exagerarlos o simplificarlos para causar comicidad o para representar un defecto moral a través de la deformación de estos, en tal caso es una forma de humor gráfico.

Bibliotecas y mi colección de libros


Mi vivencia como abogado santiaguino.



EL DIBUJANTE DE TRIBUNALES.

The Courtroom Sketches of Ida Libby Dengrove.


La rápida evolución de las herramientas digitales está simplificando muchas funciones en el mundo editorial, prensa incluida. Al tiempo que agiliza enormemente la producción (las bobinas de papel y los paquetes de periódicos que antes viajaban en camiones durante horas, lo hacen ahora a través de la fibra óptica en un segundo, un clic), este progresivo robotizar tareas se lleva por delante viejos oficios analógicos o artesanales cuyo saber queda sólo para dar un ocasional brillo de calidad, un lujo esporádico que aporte el aroma de la antigua maestría. Entre ellos, el de dibujante de tribunales.

En las películas de género judicial estadounidense, cuyo argumento consiste en el desarrollo de un proceso ante los tribunales, es frecuente que algún plano muestre entre el público a ese tipo que, enfrascado en sus cuadernos, dibuja rápidos apuntes de los personajes presentes en la sala: abogados, juez, acusados, testigos, miembros del jurado.
Damos por sentado que tal oficio debe su existencia a la prohibición de captar fotografías durante los juicios, prohibición que efectivamente existe en la mayoría de los estados de la Unión, si bien cada juez tiene un margen de arbitrariedad al respecto. Sin embargo, esta norma explica la larga pervivencia del oficio, pero no su origen, anterior a la invención de la fotografía. 
Hay que remontarse bastante antes, cuando a finales del siglo XVII se celebraron en Massachusetts los juicios de Salem, en un clima de histeria colectiva y curiosidad morbosa. La mayoría de los colonos procedían de sectas puritanas europeas (tan radicales que en algún caso los echaban del viejo continente hacia el Nuevo Mundo para perderlos de vista) y proyectaban sobre la ancestral religión campesina, la brujería, un fantasear decididamente pornográfico, que se recreaba de modo convulso en la imaginación de orgías frenéticas, besos negros al diablo cabrío, enculamientos, copulaciones con íncubos y súcubos y todas las modalidades pecaminosas en el campo sexual.
 El proceso estuvo cargado de una calentura que incendiaba la curiosidad de los vecinos y llevó a los primitivos periódicos de entonces a encargar a algunos ilustradores que se convirtiesen en ojos de un público ávido de imágenes y testimonios lo más minuciosos posible; con pelos y señales, por así decir.

Tras ese ya lejano momento fundacional, la colaboración del ilustrador fue en adelante solicitada cuando algún juicio creaba expectación, aunque en los años siguientes ninguno llegó a las cotas de Salem. Además, las publicaciones se confeccionaban a velocidad de tortuga, tipo a tipo: una periodicidad semanal ya era vertiginosa.
En la rutina procesal que admitía la esporádica presencia de un dibujante discreto y silencioso no encajó en su momento, la segunda mitad del siglo XIX, el fotógrafo. Por una parte, cuestiones estrictamente pragmáticas: los aparatosos trípodes, el fogonazo del magnesio, la necesidad de que todo el mundo se paralizase para no salir movido; por otra, las jurídicas: el testimonio fotográfico, al registrar un gesto o postura anecdóticos, poco representativos (un bostezo, un pronto colérico…), y publicarlos con gran relieve como si fuesen significativos, podía influir en la imparcialidad del jurado y la ecuanimidad deseable en el público. Se consideró, además, que a menudo los participantes perderían la concentración a la hora de declarar, más pendientes de la pose con que aparecerían retratados, si el perfil sería el bueno, y si habían escogido ese día atuendo favorecedor, que de manifestarse de forma leal y sincera ante el tribunal. Ello sin contar con la protección de la imagen de los menores acaso involucrados, claro, y la necesaria intimidad del jurado.

The Courtroom Sketches of Ida Libby Dengrove.


El oficio de dibujar en las cortes judiciales se convirtió en una salida más para el ejército de graduados de las innumerables escuelas de arte norteamericanas, y una especialidad para la que los ejercicios académicos preparaban con particular esmero: las largas sesiones de apuntes del natural encontraban ahora una aplicación práctica. Pero desde luego no es lo mismo estudiar a una estilizada modelo que a cada rato cambia de una postura armoniosa a otra, que a un psicópata deleznable, tal vez violador de niños o descuartizador de mujeres, cuya declaración ante el juez contamina con tonos siniestros la atmósfera de la sala.
Al considerar las dificultades específicas del oficio, tales como la alta velocidad del trabajo, la urgencia y la precisión al cazar los detalles al vuelo, o el dominio extremo de los instrumentos de dibujo, no se repara lo bastante en esta otra dificultad de tener que contemplar de cerca a grandes criminales, verlos en plena expresión. 
Los casos que implican a algún astro del showbusiness como O. J. Simpson o Michael Jackson son los menos. Lo frecuente son asesinos sórdidos e incomprensibles como Charles Manson u otros diez mil, ajenos del todo a la fama.
Por supuesto, no hay cada día casos sensacionales, de los que a criterio del redactor jefe merecen ilustración, pero el dibujante debe permanecer de guardia, como un bombero acuartelado. Entre tanto, y cada cual según su preferencia, cultiva como ejercicio otros géneros: paisajes, láminas de pájaros, cómic, pintura abstracta, caricaturas… Cuando es movilizado, recoge su equipo de campaña, el maletín con los cuadernos, lápices, pinceles, rotuladores, pasteles, etc., consigue la acreditación y, una vez en la sala tras pasar rígidas formalidades y controles, detector de metales y a menudo perros olfateadores, escoge entre el público el observatorio que le permita la visión adecuada: lo bastante próximo como para ver de cerca los rasgos de los personajes, pero no tanto como para perder de vista el recinto, el ambiente general del recinto. Desde ese punto observará con la máxima atención. Si no calcula bien la distancia y la iluminación es posible que necesite recurrir a binoculares, lo que complica el uso de las manos y puede irritar a algún juez. 
En los grandes juicios se juntan periodistas, familiares de testigos y encausados, estudiantes de derecho y ayudantes de los abogados. Si el dibujante no espabila, desde el sitio que le quede apenas verá otra cosa que cogotes. Su trabajo consiste en dibujar mucho, pero no incesantemente. Hay ratos para un estudio quieto del panorama, una concentrada espera del momento relevante. En ocasiones, un reo principal aparece un instante, jura, contesta con un par de monosílabos y se lo llevan otra vez a la celda. Entonces hay que extremar la retentiva, fijarse intensamente y memorizar los datos esenciales para a continuación fijarlos en el bloc.
A lo largo de la jornada acumula varios apuntes rápidos, a elaborar en las horas siguientes, dentro del espídico ritmo al que en el siglo XX marchan periódicos y revistas.
La mirada que se aplica es más documentalista que estética. Más antropológica. Busca capturar con máxima rapidez fisonomías, gestos característicos, posturas que expresan una psicología entera: antes la precisión y la carga informativa que el bello estilo o el trazo virtuoso. Y lo mismo al tratar el espacio, si se quieren sugerir las dimensiones de la sala, cómo se distribuyen en ella los participantes.
Los grandes trabajos logrados en el género reúnen todos estos rasgos para transmitir la atmósfera del lugar, el ambiente emocional, la personalidad de los implicados, la viveza de las situaciones. En este punto debe mencionarse el célebre hito plasmado por el mexicano Bill Robles cuando captó el instante en que Charles Manson se abalanzó sobre el tribunal y fue placado en el acto por un vigilante.
Momentos así, brillantes y anecdóticos, ganaron para el oficio la denominación de “artista corresponsal”, que hace justicia al lado periodístico del cometido, con su fuerte carga adrenalínica. Porque a la inquietante coincidencia en el mismo espacio con un criminal, ya señalada, se suma la responsabilidad de ser los únicos ojos habilitados para transmitir imágenes del acontecimiento: imágenes informativas que permitan a los lectores ávidos de datos trasladarse con la imaginación al candente escenario, exactamente como sucedía siglos atrás en el episodio de Salem.
Hoy, con la costumbre de la fotografía, el vídeo y la retransmisión televisiva, esa avidez y esa exclusividad se han ido progresivamente desdibujando.

The Courtroom Sketches of Ida Libby Dengrove.


En Estados Unidos hay unos cuantos maestros de la especialidad, con 30 o 40 años de oficio a las espaldas, recorriendo por el país cortes de diversa categoría, a sueldo de las grandes cabeceras (Washington Post, LIFE, New York Times, San Francisco Chronicle, etc.), agencias y periódicos locales. El mencionado Bill Robles ganó celebridad por el “apunte-instantánea” de Manson enloquecido, que tampoco es un dibujo de especial calidad, pero junto a su nombre deben aparecer Elizabeth Williams, Aggie Kenny, Richard Tomlinson, Janet Hamlin, Lou Chukman, Mona Shafer Edwards, Jane Flavell, Richard Johnson, Patrick Flynn, Brigitte Woosley, Vicki Ellen Behringer, Howard Brodie, Christine Cornell o Pat López.


Apuntes de Derecho Procesal de la Universidad Bernardo O Higgins.




Mi vivencia como abogado santiaguino

The Courtroom Sketches of Ida Libby Dengrove.

Apuntes de Derecho Procesal de la Universidad Bernardo O Higgins.

1).- The Courtroom Sketches 

2).- The Courtroom Sketches 

3).- The Courtroom Sketches 


Biblioteca Jurídica y filosófica.


Practica forense.

The Courtroom Sketches of Ida Libby Dengrove




Is Courtroom Art Only a Sketch of a Moment in Time or Something More?

Todos habéis oído hablar del escarabajo tigre, ¿verdad? ¿No? Bien, aquí está la historia. El escarabajo tigre es el Usain Bolt del mundo de los insectos, excepto que es unas 24 veces más rápido que Usain Bolt. El escarabajo tigre puede correr hasta cinco millas por hora y puede cubrir 120 de la longitud de su cuerpo en solo un segundo. ¿Sabes lo que eso significa, ¿verdad? Eso significa que Usain Bolt, el humano más rápido del planeta Tierra, tendría que correr a 480 millas por hora para igualar la velocidad del escarabajo tigre: solo puede cubrir 5 de la longitud de su cuerpo por segundo. Sin embargo, ese tipo de velocidad dada por Dios viene con un giro irónico: para los escarabajos tigre, no para Usain Bolt. Corren tan rápido que sus ojos no pueden captar suficiente luz para formar una imagen estable. Cuando corren, se vuelven ciegos, tienen que detenerse de vez en cuando para ver dónde están y hacia dónde se dirigen.

La velocidad como esencia.

Si pensó que nos habíamos perdido el título de esta función y que debería haber sido nombrado después del escarabajo tigre (o Usain Bolt), bueno, se equivocó. El título es correcto, y hablaremos del arte de sala. Hemos comenzado el artículo de la forma en que lo hicimos, por las dos cosas. Para los artistas que dibujan eventos desde los tribunales, la velocidad es probablemente la cualidad más importante que se necesita. 
Sí, pueden tener toda la meticulosidad y pedantería del mundo, pero si no son lo suficientemente rápidos, todo es inútil. Los artistas de la corte probablemente se encuentren entre los creadores más rápidos entre todos los artistas, ya que pueden hacer docenas y docenas de bocetos en cuestión de horas. Eso nos lleva al segundo punto, que podría resumirse en una frase: La prisa hace el derroche. Esto, por supuesto, no debe tomarse literalmente, ya que los buenos artistas de la corte siempre producen imágenes con detalles sorprendentes, especialmente cuando consideramos el tiempo necesario para su creación. 
Sin embargo, la mayoría de las obras de arte de los tribunales nos recuerdan más a las caricaturas de las personas presentes en la sala del tribunal que a sus retratos. Por supuesto, esto es totalmente obvio y comprensible. No puedes hacer nada más que un boceto que resalte los rasgos faciales básicos en un par de minutos, y una caricatura no es más que una exageración de algunas características y una simplificación excesiva de otras. Entonces, se necesita la prisa y se espera el desperdicio.

¿Periodismo o Arte?

Pero, ¿por qué la gente se molesta en dibujar escenas de la sala del tribunal, cuando tenemos toda la gama de dispositivos tecnológicos que nos permiten grabar cosas, desde cámaras de fotos y video, hasta teléfonos inteligentes? Bueno, las cosas no han sido así siempre. Durante siglos, los bocetos de las salas de audiencias eran la única manera de representar los acontecimientos que sucedían en las salas de audiencias. Durante siglos, hubo muchas más personas analfabetas que alfabetizadas, y una imagen era la única forma en que podían averiguar lo que estaba sucediendo. 
Y algunos de los juicios fueron muy populares, incluso en ese entonces, como los juicios de brujas de Salem, por ejemplo. Incluso cuando se inventaron las cámaras, no se adoptaron de inmediato: eran demasiado grandes, distraían demasiado y no podían capturar el momento. Debido a la distracción, los fotógrafos y las cámaras no estaban permitidos en muchas salas de audiencias. Los jueces pudieron prohibir las cámaras por casi todos los motivos, con el alto perfil del caso, los testimonios de los menores o los delitos sexuales encabezando la lista de razones para prohibir las cámaras. 
Sin embargo, a los artistas de los tribunales siempre se les permitió estar presentes en los tribunales. Debido a que generalmente están creando información, en lugar de una obra de arte, están en algún lugar a medio camino entre periodistas y artistas. Su trabajo debe ser preciso, comprensible y estar disponible para su transmisión inmediata: las obras de arte de los tribunales a menudo se utilizan como ilustraciones de los tribunales, tanto en televisión como en forma impresa. Debido a la naturaleza de los juicios, los artistas de los tribunales deben tener un estómago fuerte, nervios duros y la cabeza fría; estos atributos los hacen más periodistas que artistas.

Arte de la sala de audiencias: papel disminuido pero valioso.

Como si su trabajo no fuera lo suficientemente estresante (se puede comparar con trabajar en una agencia de noticias, y no sabrás lo estresante que es eso), hay algunos países, como el Reino Unido o Hong Kong, que prohíben dibujar mientras el juicio está en marcha. En otras palabras, los artistas de la sala de audiencias pueden estar presentes en los juicios, pero solo se les permite dibujar cuando se levanta la sesión de la audiencia. Esto significa que los artistas dibujan únicamente de su memoria, y eso requiere algunas habilidades bastante sobrehumanas.
 Aparte de ellos, los artistas de la sala deben tener un conocimiento profundo de los procedimientos judiciales para capturar la esencia de lo que está sucediendo en la sala. Debido a la naturaleza del trabajo, y debido a la tecnología en constante desarrollo, podemos decir que el arte de la sala de audiencias es un oficio en cierto modo moribundo. Tal vez nunca se extinga por completo, ya que los artistas de los tribunales están creando documentos gráficos que no podrían hacerse de otra manera. 
El arte de los tribunales captura momentos importantes de los juicios en los tribunales, pero hay más: el arte de los tribunales y los artistas de los tribunales son parte de una tradición de siglos, con funciones valiosas, aunque disminuidas. Y, como tales, deben permanecer como testigos objetivos de la vida en el tribunal.
John D. Ehrlichman, a top aide to former President
 Richard M. Nixon, at a Watergate hearing in 1974.


courtroom art Christine Cornell - Mick Jagger, 1988.

Marilyn Church - Mia Farrow and Woody Allen trial, 1993



A courtroom sketch by the artist Marilyn Church from a
hearing in the child custody trial between Woody Allen and Mia Farrow in 1993.

A courtroom sketch of Rodney G. King during his civil trial against the City
of Los Angeles in 1994. The illustration was among more than 200
 by the artist Mary Chaney that were recently acquired by the
 Library of Congress.Credit...Mary Chaney Family Trust, via Library of Congress



A Sketch Artist’s View of  Trump’s Impeachment Trial.

Introducción 

El primer proceso de destitución de Donald Trump se inició a raíz de que un informante denunciara ante el Congreso de los Estados Unidos que el presidente Trump, junto a otros altos funcionarios de su gobierno, había presionado a líderes de Ucrania para que investigaran a Joe Biden (exvicepresidente y precandidato presidencial demócrata) y a su hijo Hunter Biden, en relación con unas actividades empresariales de este último.​ 

Los dos artículos de juicio político contra el presidente Donald Trump en la Cámara de Representantes de EE. UU. esperan la firma de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, antes de una ceremonia en el Capitolio de EE. UU. en Washington, el 15 de enero de 2020.

FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR


FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR



Concluyó el miércoles 5 de febrero de 2020, tras la absolución en el Senado de los dos cargos de los que se le acusaba.


El sello de la cámara de
 representantes  de los Estados Unidos

Primer proceso de destitución de Donald Trump

Nombre oficialProceso de destitución
EstadoCulminado
Tipo

Abuso de poder y obstrucción al Congreso

El Partido Demócrata inicia un juicio político para destituir a Donald J. Trump como presidente tras el Ucraniagate.
LugarWashington D. C.
PaísEstados Unidos
Fecha24 de septiembre de 2019-5 de febrero de 2020
Participantes
Presidente de los Estados Unidos
Cámara de Representantes de los Estados Unidos
Senado de los Estados Unidos

Acusación 

Por 227 votos contra 193, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó el envío de la solicitud de destitución de Donald Trump, y la designación de 6 representantes demócratas, encargados de llevar la acusación al Senado, y allí defender la causa ante los senadores. Nancy Pelosi, presidente de la Cámara, junto al secretario de la cámara baja y el sargento de armas del Congreso, en ceremonia protocolar, fueron al Senado a entregar el caso de impeachment. Fuentes de la Casa Blanca sostuvieron que aspiraban a que el Senado, donde el Partido Republicano tiene mayoría, desestimase los dos cargos o «artículos» por abuso presidencial y obstrucción al Congreso, dejando rápidamente absuelto al presidente antes del 4 de febrero de 2020, fecha en la cual el primer mandatario debe dar su discurso del Estado de la Unión ante el legislativo estadounidense.

Socio de Giuliani y auditoría implican a Trump

Mientras el presidente afirma no conocer a Lev Parnas, comenzaron a circular varias fotografías de Parnas con Donald Trump, e incluso un vídeo de 2017 en Mar-a-Lago, donde aparecen ambos juntos charlando. Parnas, exsocio del abogado personal de Trump, Giuliani, en entrevistas con el canal NBC y el diario The New York Times, respectivamente, declaró que Trump «sabía todo» acerca de las gestiones de Giuliani destinadas a presionar a Ucrania.
Mientras tanto, la Oficina de Responsabilidad del Gobierno, un organismo independiente de control fiscal y auditoría pública, estableció que el congelamiento de la ayuda a Ucrania ordenado por Donald Trump violó la ley, y dictaminó: 
«La ejecución fiel de la ley no permite que el presidente ponga sus propias prioridades políticas por encima de las que el Congreso ha promulgado en ley». 
La ayuda a Ucrania fue otorgada directamente por el Congreso estadounidense, y su bloqueo por parte de Trump es lo que se denuncia como ilegal por el organismo.

Presidente de la Corte Suprema juramentó a los senadores

John Roberts, presidente de la Corte Suprema de los Estados Unidos, juramentó a todos y cada uno de los senadores que comenzarán a impartir justicia en el juicio político contra Donald Trump, cuya primera sesión se realizará el martes 21 de enero de 2020. La labor de John Roberts será la de conducir el juicio, mientras los senadores desempeñarán la labor de jurados.

Republicanos imponen nuevos controles a la prensa

La radio pública estadounidense NPR informó que los republicanos del senado impondrían, a través del sargento de armas del Senado, restricciones al acceso de la prensa a la sala donde se desarrollará el proceso de juicio político a Trump, lo que levantó las protestas de los medios. 60 organizaciones periodísticas, incluida la radio pública, firmaron una carta solicitando el levantamiento del veto mediático.
Independientemente de tales restricciones, está previsto que en algunos momentos del juicio político, el Senado lleve a cabo sesiones a puertas cerradas, sin acceso alguno de la prensa o del canal de asuntos institucionales C-SPAN, previsto por el reglamento del Senado estadounidense.
El 19 de enero de 2020, el senador republicano Lindsey Graham dijo que quería que el proceso de juicio político «muera pronto», aunque los republicanos no tienen en el Senado la mayoría especial que se requiere para rechazar de plano el impeachment.
El equipo legal de Donald Trump quedó integrado por Alan Dershowitz, que colaboró en la defensa de O.J. Simpson en el juicio por el doble homicidio de su esposa Nicole Brown y por Ronald Goldman, el defensor de Jeffrey Epstein, acusado de tráfico de menores. Y a la vez que los abogados Patrick Cipollone, Jay Sekulow, Robert Ray, Pam Bondi, Jane Raskin y Eric Herschmann, así como Kenneth Starr, el exfiscal que investigó la conducta sexual de Bill Clinton, en 1997.153​ El 20 de enero de 2020, la defensa legal de Trump hizo pública una contestación de 171 páginas, rechazando los cargos imputados al presidente:

 «Los cargos del juicio político presentados por los demócratas de la Cámara de Representantes son constitucionalmente endebles».

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El proceso de juicio político.

El sello del Senado de los Estados Unidos.


Primer día

Durante la jornada del 21 de enero, en una sesión que se alargó hasta altas horas de la madrugada del siguiente día 22, el Senado estadounidense abordó la discusión de las reglas del proceso de destitución, bajo la dirección del juez John Roberts, presidente de la Corte Suprema de Justicia, el Senado en pleno, la presencia de los fiscales designados por la Cámara y los abogados de Donald Trump.
La votación final reflejó que los republicanos hicieron valer su mayoría de 53 senadores, por lo que no se aprobó la incorporación de nuevos documentos ni la comparecencia de testigos (los testigos a los que Trump les prohibió declarar, como el exconsejero de seguridad John Bolton). 
La minoría demócrata, con sus 47 senadores, no logró que el oficialismo cambiara su posición. Los republicanos adujeron que «nuestro (juicio) será justo», en tanto, desde el lado de la oposición demócrata se elevaron palabras como «encubrimiento», al aprobarse un juicio sin pruebas ni testigos. 
El equipo de abogados de Trump, liderados por el abogado Pat Cipollone, demostró que la estrategia de la Casa Blanca era que se adelantase un impeachment «exprés». También se aprobó que el juicio político contara con 24 horas de alegatos, divididos en tres sesiones de 8 horas, a partir del 22 de enero al mediodía.

Segundo día

De acuerdo a CBS News, en la segunda jornada del juicio político en la cámara alta se sentía un estado de ánimo de «intranquilidad».161​ El líder de la Cámara, Adam Schiff, dijo que los demócratas presentarán un caso «demoledor», incluyendo la participación de Giuliani en todo el asunto de Ucrania, y sus intentos por difamar a la embajadora Marie Yovanovitch. Los republicanos se quejaron de que no habían escuchado nada nuevo, si bien el día anterior habían votado para impedir que ningún nuevo testigo pudiera declarar en el proceso de impeachment.

Tercer día

La tercera jornada del proceso estuvo dedicada a exponer el primer cargo contra el presidente Trump: «abuso de poder», acusación que los demócratas destacaron como ajustada a los estándares constitucionales que permiten adelantar un juicio político contra un presidente de los Estados Unidos. Los demócratas también presentaron al Senado diversos fragmentos de las declaraciones hechas por el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, hablando sobre Ucrania y la teoría desmentida por la comunidad de inteligencia, de que fue Ucrania y no Rusia, quien interfirió en las elecciones de 2016. 
Por su parte, Trump se mantuvo muy activo en redes sociales, escribiendo en Twitter más de 125 mensajes, entre tuits y retuits, antes de terminar la sesión por la tarde, calificando en algunos de ellos a los demócratas de «deshonestos» y «depravados».

Cuarto día

El 24 de enero de 2020, la sesión del Senado fue dedicada a las conclusiones de los fiscales sobre la acusación de abuso de poder, a la vez que se planteó el segundo «artículo» o cargo, el de obstrucción al Congreso, por haber impedido el presidente que los funcionarios de la Casa Blanca citados por la Cámara de Representantes acudieran a declarar. Los demócratas expusieron, incluso con el logotipo de cada institución, que el presidente Donald Trump bloqueó 71 solicitudes de documentos de 6 agencias del gobierno estadounidense, incluyendo el Departamento de Energía, el Departamento de Defensa, el Departamento de Estado, la Oficina de Administración y Presupuesto, la oficina del Vicepresidente y la propia Casa Blanca.
​ Por su parte, el canal de televisión ABC News sacó a la luz pública una grabación de 2018 en la cual Donald Trump ordenó: 
«Despídela, échala mañana. No me importa. Échala mañana. Sácala. ¿De acuerdo? Hazlo», en referencia a la embajadora estadounidense en Ucrania Marie Yovanovitch. Y en un insólito rifirrafe, la conductora del programa matinal de la cadena de radio pública NPR, Mary Louise Kelly, interrogó y repreguntó al secretario de estado Mike Pompeo, si él había defendido y cómo, precisamente a la embajadora Yovanovitch y al personal del Departamento de Estado, a lo que Pompeo se limitó a contestar:

 «He defendido a todas las personas del equipo. He hecho lo correcto por cada persona de este equipo», dando abruptamente por terminada la entrevista.

Quinto día

El 25 de enero de 2020, la sesión comenzó con la entrega de 28.578 folios de documentación correspondientes a la investigación del presidente Donald Trump a los senadores, por parte de los siete fiscales designados por la cámara de representantes. Por la defensa contratada por la Casa Blanca, tomó la palabra el abogado Pat Cipollone, quien dijo:
 «Les están pidiendo que reviertan, no sólo los resultados de la última elección, sino que les piden que retiren al presidente Trump de unas elecciones que tendrán lugar en nueve meses», y agregó que los demócratas sólo querían «deslegitimar» al mandatario.

Adam Schiff, en su conclusión de acusación, mencionó la información divulgada por CBS, por la cual de buena fuente esta cadena de televisión habría tenido conocimiento de que los senadores republicanos vendrían siendo presionados por el entorno de Trump, con la frase:
 «voten contra el presidente y su cabeza terminará en un estaca».

Mientras el proceso de destitución de Trump podría finalizar el viernes 31 de enero de 2020, el periódico The New York Times adelantó el domingo 26 de enero de 2020 fragmentos del libro escrito por el exasesor de seguridad nacional, John Bolton. En tales manuscritos, según el periódico: 

«La afirmación del presidente, como fue descrita por el señor Bolton, podría socavar un elemento clave de la defensa [del presidente] durante el juicio político en su contra: que la retención de la ayuda no tenía nada que ver con la solicitud de Trump para que Ucrania anunciara investigaciones contra sus enemigos, incluyendo al exvicepresidente Biden y su hijo Hunter Biden». 

Por su parte, el lunes por la mañana y vía Twitter, el presidente ha negado todo: 
«NUNCA le dije a John Bolton que la ayuda a Ucrania estaba vinculada a las investigaciones de los demócratas, incluidos los Biden. De hecho, nunca se quejó de esto en el momento de su muy pública salida. Si John Bolton dijo esto, fue solo para vender un libro».

Sexto día

Los abogados de Trump realizaron extensas exposiciones mencionando reiteradamente a Joe Biden y a su hijo Hunter Biden, a la vez que no negaron pero sí minimizaron las revelaciones de John Bolton. Simultáneamente, The New York Times publicó más apartes del libro de John Bolton, Así se llegó a conocer que Trump, de acuerdo a John Bolton, habría tenido una discusión con el fiscal general William Barr al respecto de que el presidente otorgara «favores personales» a los presidentes Erdogan (Turquía) y Xi Jinping (China).

Séptimo día

Los abogados del presidente concluyeron sus alegatos de defensa, entre ellos Jay Sekulow, quien sentenció: 
«Bajar el listón del impeachment en base a cargos como estos impactaría en el funcionamiento de nuestra república constitucional durante generaciones».
 En tanto el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, reconoció que no tiene los votos suficientes para evitar que comparezcan nuevos testigos en el proceso de destitución, pues varios senadores republicanos estarían interesados en que hayan más declaraciones, en especial, después de las filtraciones del libro del exasesor de seguridad, John Bolton, inculpando a Trump en el cargo de abuso de poder.

Trump querría callar a Bolton.

El octavo día del impeachment se dedicó a una sesión de preguntas y respuestas entre los senadores, los fiscales de la Cámara de Representantes y los abogados contratados por Trump. Sin embargo, la jornada se vio marcada por la prohibición, ordenada por el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, a la publicación del libro del exasesor de seguridad, John Bolton, aduciendo que estaría haciendo pública «cantidades significativas de información clasificada». Mientras tanto, Donald Trump también la emprendió contra Bolton vía Twitter, denostándolo:
 «Fue despedido porque, francamente, si lo escuchara, ya estaríamos en la Sexta Guerra Mundial, y sale e INMEDIATAMENTE escribe un libro desagradable y falso. Todo clasificado de Seguridad Nacional». 

En la última ronda de preguntas, la senadora demócrata Elizabeth Warren planteó esta inquietud:
 «Si el presidente ucraniano Zelenski llamara al presidente Trump y le ofreciera ensuciar a los rivales políticos del presidente Trump a cambio de que Trump entregara cientos de millones en ayuda militar, eso sería claramente un soborno y un delito que justificaría un juicio político. Entonces, ¿por qué sería más aceptable y, de alguna forma, no susceptible de un impeachment lo contrario?»

Crece confianza de los republicanos.

El octavo día del impeachment prosiguió con las rondas de preguntas de los senadores. El representante demócrata Adam Schiff, fiscal en el proceso, expuso:

«Lo que hemos visto en los últimos días es un descenso a la locura constitucional, debido a que las mentiras conducen a la locura», a propósito de las palabras usadas por uno de los abogados de Trump que recordó en el Senado, una infame frase que pronunció en 1977 el entonces presidente Richard Nixon:

 «Bueno, cuando el presidente lo hace, significa que no es ilegal»
 (a propósito del espionaje adelantado por Nixon contra los demócrátas). Y concluyó, Shiff:

 «¿No hemos aprendido nada en este último medio siglo? ¿No hemos aprendido nada? Estamos de vuelta a donde estábamos hace medio siglo, e incluso podríamos estar en un lugar aún peor, porque esta vez ese argumento (el de Nixon) podría tener éxito, en lo que sería la normalización de la ilegalidad»

Senado decide no citar testigos

En el noveno día del proceso de destitución, el Senado votó si se habilitaba o no la llamada a declara de nuevos testigos, moción de los demócratas que fue rechazada por 51 votos contra 49. Junto a los 47 senadores demócratas, sólo votaron dos republicanos: el senador por Utah, Mitt Romney y la senadora de Maine, Susan Collins. Al final de la sesión los senadores republicanos Roy Blunt y John Barrasso y el líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer, anunciaron por separado que la votación de absolución sería el miércoles 5 de febrero de 2020, a las 16 horas hora estándar del este, luego del discurso del estado de la Unión que Donald Trump deberá pronunciar el día anterior.

Grupo anuncia evidenciar «encubrimiento»

Bajo el nombre de «The Indivisible Project» (El Proyecto Indivisible), un grupo de ciudadanos estadounidenses elevó su nivel de indignación ante la lealtad republicana demostrada hacia Trump. La estrategia de El Proyecto Indivisible anuncia apuntar en las elecciones de noviembre contra nueve senadores republicanos, como el líder mayoritario Mitch McConnell, senador por Kentucky desde 1984, así como contra la incondicional seguidora de Trump, la senadora por Carolina del Sur, Lindsey Graham. Anunció la denuncia contra los «nueve senadores por su participación en el encubrimiento (de Trump), publicando anuncios a página entera en diversos periódicos estatales importantes».​

Décimo día

En paralelo con la jornada de las primeras asambleas partidarias, tanto republicanas como demócratas, en el estado de Iowa, donde se eligieron los delegados designados del candidato presidencial por dicho distrito, concluyeron los alegatos de las partes, citándose al Senado para la votación sobre la absolución o condena del presidente Donald Trump el miércoles 5 de febrero de 2020. Mientras la fiscal demócrata, la representante Sylvia Garcia, insistió en que «Nadie está por encima de la ley», Trump tuiteó: 
«¿Dónde está el informante? ¿Por qué el político corrupto Schiff se inventa mi conversación con el presidente de Ucrania? ¿Por qué la Cámara no ha hecho su trabajo? Y mucho más».​

Absolución
FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR



Según la Constitución de los Estados Unidos, se requiere una mayoría de dos tercios del Senado para condenar al presidente (67 votos). Y las posibles sanciones son la destitución del cargo y la descalificación para el cargo en el futuro.183​184​185​ El 5 de febrero de 2020, el Senado absolvió a Trump de ambos cargos. Los votos fueron 52 a 48 para absolverlo de la primera acusación y 53 a 47 para absolverlo del segundo «artículo». 
Los votos se dividieron fuertemente según las líneas de cada partido.186​ Mitt Romney se convirtió en el primer senador en la historia de un partido del presidente acusado en votar para condenar, votando «culpable» en el primer cargo.




FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR




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