Cataluña.
Catalunya ( occitano : Catalonha , castellano : Cataluña ) es un país europeo situado en el Mediterráneo occidental, constituido como comunidad autónoma del estado español. Se sitúa en la costa noreste de la península Ibérica y limita al norte con Andorra , así como con Occitania y la Cataluña Norte , en el estado francés, al oeste con Aragón , al sur con la Comunidad Valenciana y en el este con el mar Mediterráneo. Cataluña es la parte más extensa del territorio histórico y cultural del Principado de Cataluña y es uno de los territorios pertenecientes al ámbito lingüístico de los Países Catalanes.
Bandera de Cataluña |
La señera es el nombre de la bandera representativa de la antigua Corona de Aragón. Se trata de una bandera de nueve franjas horizontales, cuatro rojas y cinco amarillas.
En campo de oro cuatro palos de gules. Por timbre una corona real. |
Organización territorial
Cataluña se organiza territorialmente en comarcas, municipios y provincias. Históricamente, también se ha organizado en regiones y veguerías, denominación esta última recuperada con el nuevo Estatuto de autonomía.
El municipio es la base territorial de Cataluña donde se cuentan por 947, de los cuales a fecha de 2017 (INE), 488 tenían menos de 1000 habitantes. 121 superan la población como para ser consideradas ciudad, y 64 superan los 20 000 habitantes (en los que vive más del 70 % de la población catalana). |
La Generalidad de Cataluña estableció una división administrativa en cuarenta y una comarcas, los órganos rectores de las cuales son los Consejos Comarcales. La división comarcal de Cataluña tiene su origen en un decreto de la Generalidad republicana de 1936, que tuvo vigencia hasta el final de la Guerra Civil. La división comarcal fue nuevamente adoptada por ley del Parlamento en 1987. Esta división se basó en criterios geográficos y de mercado local, que coincide en buena medida con anteriores entidades de territorio de gran tradición. Solo hay cuatro comarcas (Bergadá, Cerdaña, Osona y Selva) que incluyen municipios pertenecientes a dos provincias, mientras que el resto lo hacen plenamente manteniendo las mismas fronteras de municipios. El Valle de Arán (en aranés, Val d'Aran) merece atención especial ya que, aunque está incluido dentro de la organización comarcal, goza de mayor autonomía, de acuerdo con la Ley 16/1990, sobre el régimen especial del valle de Arán, aprobada por el Parlamento de Cataluña. |
Comarca | Población (2019) | Extensión (km²) | Capital |
---|---|---|---|
Alto Ampurdán | 137 951 | 1357,5 | Figueras |
Alto Campo | 44 424 | 538,0 | Valls |
Alto Panadés | 108 339 | 592,7 | Villafranca del Panadés |
Alto Urgel | 20 155 | 1447,5 | Seo de Urgel |
Alta Ribagorza | 3820 | 426,9 | Pont de Suert |
Noya | 120 842 | 866,3 | Igualada |
Bages | 176 891 | 1092,3 | Manresa |
Bajo Campo | 192 245 | 697,1 | Reus |
Bajo Ampurdán | 132 284 | 701,7 | La Bisbal |
Bajo Ebro | 77 199 | 1002,7 | Tortosa |
Bajo Llobregat | 818 883 | 486,0 | San Felíu de Llobregat |
Bajo Panadés | 104 473 | 296,4 | Vendrell |
Barcelonés | 2 264 301 | 145,8 | Barcelona |
Bergadá | 39 274 | 1185,3 | Berga |
Cerdaña | 18 061 | 546,7 | Puigcerdá |
Cuenca de Barberá | 19 852 | 650,2 | Montblanch |
Garraf | 147 635 | 185,1 | Villanueva y Geltrú |
Garrigas, Las | 18 880 | 797,7 | Borjas Blancas |
Garrocha, La | 56 467 | 734,6 | Olot |
Gironés | 188 504 | 575,6 | Gerona |
Maresme, El | 446 872 | 398,5 | Mataró |
Montsiá | 68 297 | 735,4 | Amposta |
Moyanés | 13 330 | 337,9 | Moyá |
Noguera | 38 226 | 1784,1 | Balaguer |
Osona | 158 758 | 1245,2 | Vich |
Pallars Jussá | 12 914 | 1343,1 | Tremp |
Pallars Sobirá | 6896 | 1377,9 | Sort |
Pla de l'Estany | 32 085 | 262,8 | Bañolas |
Plana de Urgel | 37 035 | 305,1 | Mollerusa |
El Priorato | 9180 | 498,6 | Falset |
Ribera de Ebro | 21 610 | 827,3 | Mora de Ebro |
Ripollés | 24 917 | 956,6 | Ripoll |
Segarra | 22 617 | 722,7 | Cervera |
Segriá | 206 129 | 1396,7 | Lérida |
Selva | 168 469 | 995,0 | Santa Coloma de Farnés |
Solsonés | 13 639 | 1001,2 | Solsona |
Tarragonés | 257 454 | 319,4 | Tarragona |
Tierra Alta | 11 352 | 743,0 | Gandesa |
Urgel | 36 462 | 579,7 | Tárrega |
Valle de Arán | 9971 | 633,6 | Viella |
Vallés Occidental | 923 976 | 583,1 | Sabadell y Tarrasa |
Vallés Oriental | 408 672 | 735,0 | Granollers |
|
Provincia | Capital | Área (km²) | Población (2017) | Municipios |
---|---|---|---|---|
Provincia de Barcelona | Barcelona | 7728 | 5 576 037 | 311 |
Provincia de Gerona | Gerona | 5910 | 755 716 | 221 |
Provincia de Lérida | Lérida | 12 172 | 432 384 | 231 |
Provincia de Tarragona | Tarragona | 6303 | 791 693 | 184 |
Vivencia. Bibliotecas y mi colección de libros. Día de San Jorge. Escudos burgueses. Apuntes Personales y de Derecho de las Universidades Bernardo O Higgins y Santo Tomas. Historias y curiosidades. Las Artes. Política y sociedad. Anexo de apunte de derecho civil y materias afines. Derecho histórico catalán. Código Civil Catalán. Fuentes del derecho Catalán. Monedas catalanas. |
ana karina gonzalez huenchuñir |
Nueva York.
(oficialmente New York City o NYC en siglas) es la ciudad más poblada de los Estados Unidos de América y una de las más pobladas del mundo, con un área urbana de 24 millones de habitantes. Desde finales del siglo xix es uno de los centros de la política y la economía mundial, albergando la sede de la Organización de las Naciones Unidas y de numerosas empresas e instituciones financieras de importancia global. Nueva York ejerce influencia a escala global en los medios de comunicación, la política, la educación, la arquitectura, el entretenimiento, las artes y la moda. Por todo ello, se considera una de las ciudades más globalizadas del planeta, con una gran diversidad cultural. La ciudad tiene muchos lugares y edificios reconocidos por todo el mundo. Por ejemplo, la estatua de la Libertad, ubicada en la isla homónima, y la isla de Ellis, que recibió a millones de inmigrantes que llegaban a Estados Unidos a finales del siglo xix y comienzos del xx. Wall Street ha sido uno de los principales centros mundiales de finanzas desde la Segunda Guerra Mundial y es la sede de la Bolsa de Nueva York. La ciudad también ha concentrado a muchos de los edificios más altos del mundo, entre los que se encuentran el edificio Empire State, el One World Trade Center, el edificio Chrysler, el 432 Park Avenue, la Trump Tower, el edificio Seagram y anteriormente las torres gemelas del World Trade Center, que fueron derribadas en los atentados del 11 de septiembre de 2001. La ciudad también es la cuna de muchos movimientos culturales estadounidenses, como por ejemplo el renacimiento de Harlem en literatura y artes visuales, el expresionismo abstracto (también conocido como Escuela de Nueva York) en pintura, y hip hop, break dance, punk y Tin Pan Alley en música. |
Mi vivencia como abogado santiaguino. Historias y curiosidades. Condados suburbanos de Nueva York. Las Artes. Política y sociedad. Biblioteca Histórica, Jurídica y Filosófica. Bibliotecas y mi colección de libros. |
El metro.
El Metro de Nueva York (en inglés, New York City Subway) es el sistema de transporte ferroviario urbano más grande en los Estados Unidos y uno de los más grandes del mundo, símbolo universal de la modernidad y de la ciudad de Nueva York. El metro tiene entre 420 y 475 estaciones (dependiendo de cómo se contabilicen los puntos de transbordo: el metro usa 469 como número oficial de estaciones) y 1.062 km de vías primarias en servicio. Si se cuentan las vías secundarias en talleres y cocheras el total asciende a 1.361 km. Aunque es conocido como the Subway (lo que implica operaciones subterráneas), aproximadamente un cuarenta por ciento del sistema circula sobre el terreno, en estructuras elevadas de acero o, más raramente, de hierro forjado, viaductos de hormigón armado, en trincheras cubiertas o a cielo abierto y -ocasionalmente- sobre rutas en superficie. Todos estos modos de transporte están completamente separados de la infraestructura vial. Datos de operación Apertura: 1904 (tramo operativo más antiguo) Líneas: 24 N.º de estaciones en 2009: 468 Viajeros en 2009 (año): 1.579.866.600 Beneficio bruto en 2009: 4.107.653.160 TM Promedio diario de viajeros (en días laborables) en 2009: 5.086.833 Promedio diario de viajes (en días laborables) en 2009: 8.279 N.º de viajes en 2006: 2.680.573 Empleados en 2006: 27.807 Kilometraje red: 1.062,6 km N.º de coches en 2009: 6.380 |
(Los Guerreros ) es una película estadounidense de acción de 1979 dirigida por Walter Hill y basada en la novela homónima de Sol Yurick, inspirada ésta a su vez por la Anábasis de Jenofonte. En ella, una pandilla de la ciudad de Nueva York tiene que regresar a su territorio natal, a través del metro de nueva york, después de que son inculpados por el asesinato del respetado líder de una pandilla. Fue estrenada en Estados Unidos el 9 de febrero de 1979. Walter Hill consiguió uno de sus mejores trabajos con este eterno film de culto rodado con un ritmo trepidante, que se adentra en las bandas callejeras de Nueva York, Una batalla de proporciones gigantescas va a tener lugar en los bajos fondos de la ciudad de Nueva York. Los ejércitos de la noche, con más de 100.000 integrantes, quintuplican los efectivos de la policía. Se enfrentan a los Warriors, una banda callejera a la que acusan injustamente del asesinato del líder de un grupo rival. Es la historia de un mundo insólito de subculturas, de guerrillas entre bandas nocturnas, desde Coney Island a Manhattan, pasando por el Bronx. Los miembros de los Warriors luchan por sus vidas, intentan sobrevivir en la jungla urbana y aprenden el significado de la lealtad. The Warriors (soundtrack) The Warriors: The Original Motion Picture Soundtrack es la banda sonora de la película de 1979 "The Warriors". La banda sonora fue lanzada el 16 de marzo de 1979 por A&M Records. El álbum incluye música de Barry De Vorzon , Joe Walsh , Arnold McCuller y otros. Muchas de las pistas también están incluidas en el videojuego de 2005 The Warriors
Obituario de Sol Yurick Sol Yurick,( nacido el 18 de enero de 1925; murió el 5 de enero de 2013), novelista estadounidense mejor conocido por The Warriors, una historia de pandillas y violencia callejera en Nueva York. exploró la parte más oscura de Nueva York y sintió que los escritores a menudo habían ignorado las calles de la ciudad. lunes 7 enero 2013 El novelista estadounidense Sol Yurick, que murió a los 87 años, era demasiado radical, demasiado extremo y demasiado violento para el respetable establecimiento literario de Nueva York , pero ningún escritor encarnó mejor el espíritu angustiado de la ciudad en la década de 1960. Sus novelas The Warriors (1965), Fertig (1966) y The Bag (1968) constituyen una trilogía de vibrante energía, mordaz sátira y alta, aunque irreverente, seriedad artística. The Warriors, una historia de pandillas y violencia callejera, fue rechazada por 27 editoriales antes de que finalmente apareciera. Con sus paralelos cuidadosamente elaborados con Anábasis de Jenofonte, era más literario que La última salida a Brooklyn (1964) de Hubert Selby Jr , pero compartía su sentimiento descarnado para la clase baja de la ciudad. En 1979, Walter Hill la convirtió en una elegante película. Vincent Canby en el New York Times consideró la película como "una mezcolanza de clichés románticos, estados de ánimo y efectos visuales". Yurick, que pensó que era basura y sentimental, estuvo de acuerdo. Después del estreno en Nueva York, su hija, Susanna, dijo: "Está bien, papi, a los niños les encantará". Y lo hicieron. The Warriors se convirtió en un clásico de culto, luego abrazado por actos de hip-hop, incluido Wu-Tang Clan, falsificado en un comercial de Nike y adaptado como un juego de PlayStation 2. La película de Hill se basó en la caracterización de un cómic, pero Yurick, que salió del vientre proletario de Nueva York, lo sabía mejor. Sus padres, Sam y Flo, inmigrantes del este de Europa, eran comunistas y activistas sindicales. Marx y Lenin, las huelgas y las manifestaciones, eran temas habituales de conversación en la sobremesa. Su primer recuerdo político es, a los 14 años, la angustia que sintió por el pacto Stalin-Hitler. Yurick se alistó en el ejército de los EE. UU. en 1944 y se formó como técnico quirúrgico. Una larga enfermedad lo llevó a un alta médica en 1945. El proyecto de ley GI le permitió asistir a la Universidad de Nueva York, donde estudió literatura. Leyó a James Joyce con intensidad y concibió (medio en serio) la idea joyceana de usar la Anábasis de Jenofonte como una forma de contar la historia de una pandilla que lucha por la ciudad hacia su hogar en Coney Island. Empezó a trabajar como investigador social en el departamento de asistencia social en 1954. La vida dentro de la burocracia de asistencia social llevó a Yurick a concluir que tales programas estaban diseñados únicamente para controlar a los pobres. Más tarde escribió un enojado ensayo sobre el bienestar que envió a Commentary, una importante revista judía con pretensiones intelectuales. Fue repetidamente rechazado por el editor, Norman Podhoretz. Yurick había cometido el pecado imperdonable de escribir con demasiada pasión, de violar los cánones de urbanidad y desapego. Estaba seguro de que el rechazo era político. A pesar del éxito de crítica de Elia Kazan, La dura película de On the Waterfront y los románticos guetos étnicos de West Side Story, Yurick sintió que los escritores estaban ignorando las calles de la ciudad. Quería traer la noche de Nueva York, después de que los compradores y los hombres con trajes de franela gris regresaran a los suburbios, al centro de la cultura. Mientras trabajaba con familias pobres, se encontró con niños que eran miembros de pandillas callejeras. Le resultó imposible hablar con ellos directamente sobre la vida de las pandillas; le dirían sólo lo que creían que él quería oír. Un camión de panel alquilado le dio una forma de observarlos en secreto. Caminó por las calles donde gobernaban las pandillas, y una vez pasó a pie por el túnel del metro entre la calle 96 y la calle 110. Fue una experiencia aterradora. Quería mostrar que las pandillas callejeras, vistas universalmente como un síntoma de disfuncionalidad social, dio a los pobres una estructura de lealtad y un sentido de comunidad. No estaban ni enfermos, ni malos, sólo pobres. Fertig, la segunda novela de Yurick, fue un comentario mordaz sobre el sistema legal y de salud estadounidense. Pasó varios años investigando para el libro en los hospitales Kings County y Bellevue en Nueva York, tomando notas mentales, mientras trataba de descubrir la forma en que un padre afligido podría vengarse de aquellos cuya indiferencia llevó a la muerte de su hijo. Fertig se convirtió en la película The Confession (1999), con Alec Baldwin y Ben Kingsley. Su final agradable fue falso para el espíritu de la novela. Desde mediados de la década de 1960, Yurick se involucró cada vez más en las protestas callejeras contra la guerra de Vietnam. A medida que las protestas se convirtieron en enfrentamientos por la libertad de expresión con establecimientos educativos "liberales" como la Universidad de Columbia, trabajó con Estudiantes por una Sociedad Democrática ., contribuyendo al tratado SDS Who Runs Columbia? y afinando su estrategia. La esposa de Yurick, la alfarera Adrienne Lash, era una colaboradora cercana de Ted Gold, un líder de SDS que fue una figura clave en la organización radical Weather Underground. Gold fue uno de los tres fabricantes de bombas que murieron en una explosión en 18 West 11th Street en 1970. Los sobrevivientes de la explosión se escondieron. El FBI estaba en toda la celda, y la documentación publicada más tarde bajo la Ley de Libertad de Información (disponible con redacción en el sitio web del FBI) construye pacientemente un retrato escalofriante de los terroristas de clase media de la ciudad en la década de 1960. La tercera novela de Yurick, La bolsa, se empapó del espíritu violento de ese terrible año, con su mezcla de racismo, sexo, revolución, represión policial y cócteles molotov. Truman Capote pensó que era la peor novela del año. Siguieron dos novelas más y una colección de cuentos, Alguien como tú (1973), pero la rápida desintegración del movimiento de protesta estudiantil en esa década dejó a Yurick enfrentado a la perspectiva de ser un novelista y no el mentor de una revolución. Editó una antología de escritores de Brooklyn inéditos en 1973, utilizando material presentado en un concurso abierto (y no remunerado) organizado por la biblioteca pública. Trabajó con Bertell Ollmann en un juego de mesa socialista alternativo al Monopoly y comenzó a trabajar en una historia de detectives marxista con el objetivo de revelar la inocencia de Julius y Ethel Rosenberg , quienes fueron declarados culpables de espionaje en 1951. Los libros fueron anunciados y nunca publicados. Los proyectos cinematográficos, incluida una nueva versión de The Warriors de Tony Scott , fueron abandonados. Varios de sus libros fueron marcados como "fuera del sitio" en el catálogo de la biblioteca pública de Nueva York. Fue una especie de muerte cultural. Publicó Behold Metatron en 1985, recopilando ensayos complejos y detallados sobre el "Metaestado" emergente. Yurick fue un crítico ocasional y firmante de cartas públicas que protestaban contra una enormidad tras otra. En 1987 tomó un trabajo de oficina en Brooklyn. Se necesita un editor emprendedor para reeditar la trilogía completa de los años 60 de Yurick; como Selby y el novelista neoyorquino Daniel Fuchs, vio las ciudades americanas con una claridad feroz. Le sobreviven Adrienne, Susanna y un nieto. |
ana karina gonzalez huenchuñir |
Manuel de Amat y Junyent.
Escudo de Armas de Manuel de Amat y Junyent Planella Aymerich y Santa Pau. |
Amat y Junyent, Manuel de Vacarisas (Barcelona), 1704 – Barcelona, 1782. Virrey del Perú. Fue el cuarto de ocho hermanos, nacido en el seno de una familia de origen noble. Sus padres fallecieron siendo él niño, y después de pasar un tiempo en Barcelona fue enviado a Valencia, a los ocho años de edad, a estudiar en el Colegio-Seminario de los jesuitas. Un año después regresó a tierras catalanas, y junto con sus hermanos asistió al también colegio jesuita de Cordelles, concluyendo más adelante su educación con un maestro privado. Se sabe que no mantuvo buenas relaciones con su hermano mayor, el cual heredó los títulos nobiliarios del padre. Decidido a seguir la carrera militar, en enero de 1719 era ya alférez, y durante ese año participó en acciones armadas contra grupos de rebeldes catalanes infiltrados desde Francia. Sus años de juventud estuvieron acechados no sólo por los peligros propios de los encuentros bélicos, sino también por los temibles ataques de las epidemias. Así, en 1721 fue afectado por la peste en una travesía por el Mediterráneo, debiendo guardar cuarentena durante casi dos meses en Palma de Mallorca; y en 1727, sirviendo en el norte de África, fue enviado a la Península por razones de salud, probablemente a causa de sufrir de paludismo. Ceuta y Melilla fueron las dos localidades en las que sirvió durante el tiempo de su estancia en ese continente. En 1726 alcanzó su ascenso a teniente en Ceuta, y tres años después era ya capitán. En 1731 participó en las campañas de Italia dirigidas por el infante Carlos, hijo de Felipe V, en el transcurso de las cuales las fuerzas hispanas tomaron la Toscana y Parma. Al año siguiente pasó a integrar la Compañía de Granaderos a caballo del Rey, con la cual siguió sirviendo en Italia: en el sur luchó contra las tropas austríacas, y participó en el sitio de Capua, localidad que finalmente fue tomada por los españoles en noviembre de 1734. En 1736 fue ascendido a teniente coronel, volviendo a la Península Ibérica, destinado primero en Barcelona y luego en Ciudad Rodrigo, donde recibió su ascenso a coronel. En 1740 murió el emperador de Austria, y España formó una alianza con Francia, Prusia y Cerdeña en contra de la heredera del imperio, María Teresa. En ese contexto, el coronel Amat pasó nuevamente a Italia, intervino en los intentos de conquista de ciertos territorios que estaban bajo el control de los austríacos, aunque finalmente los españoles salieron derrotados, teniendo que refugiarse en Francia. Luego de participar en otras campañas militares, recibió el nombramiento de brigadier, y en 1747 se hizo cargo del mando del Regimiento de Dragones de Batavia, con sede en Palma de Mallorca. Desde ese destino realizó diversas gestiones ante la Corte para obtener la encomienda de alguna Orden Militar, manifestando además su deseo de servir a la Corona en América.
En 1754 fue nombrado gobernador y capitán general del reino de Chile, jurando su cargo ante el Consejo de Indias y recibiendo el despacho de mariscal de campo. En marzo del siguiente año se embarcó para el Nuevo Mundo, probablemente sin imaginar que allí adquiriría responsabilidades aún mayores. Hizo su entrada en Santiago en los últimos días de 1755. Su labor gubernativa allí comprendió un período de seis años, en los que dio especial impulso a algunas reformas relativas a aspectos militares, por el carácter estratégico de la ubicación geográfica de Chile. En efecto, el reino de Chile constituía el primer territorio que los piratas y corsarios —o, en general, los navegantes enemigos de España— encontraban al pasar al Océano Pacífico por el Estrecho de Magallanes, con lo cual la defensa de esas costas fue de especial trascendencia para el gobernador y capitán general Amat. En ese contexto, dictó normas para reformar las milicias situadas en Valparaíso, Chiloé y Valdivia. Otro foco de inestabilidad era el de la frontera con los araucanos, la cual fue visitada por Amat. Éstos habían protagonizado varias revueltas en décadas anteriores, aunque el período de gobierno de nuestro personaje fue pacífico en ese aspecto. En otro orden de cosas, promovió la conclusión de la Historia geográfica e hidrográfica, con derrotero general correlativo al plan del Reino de Chile, que fue enviada a la metrópoli, y que constituyó el primer diccionario geográfico de esos territorios. En cuanto a la capital del reino, dispuso diversas acciones para aplacar los altos índices de criminalidad, entre las que cabe destacar el establecimiento de la Compañía de Dragones, que tuvo como finalidad primordial la custodia del orden; además, reorganizó el cabildo secular de Santiago. Si bien los historiadores reconocen la energía desplegada por Amat en el Gobierno de Chile, varios estudiosos han emitido juicios negativos con respecto a su duro carácter, al que han atribuido la comisión de acciones arbitrarias, al igual que una supuesta tendencia a imponer su propio criterio sin valorar otros pareceres. Un factor que otorgó a la figura de Amat ribetes de conflictividad fue su enfrentamiento con importantes sectores de la elite criolla chilena. En 1761 recibió su nombramiento como virrey del Perú, embarcándose en Valparaíso con dirección al Callao, adonde llegó en octubre de ese mismo año, haciendo luego su solemne entrada en la capital virreinal. Lima era el más importante núcleo del poder español en América del Sur, aunque Amat encontró la ciudad todavía recuperándose del terrible terremoto de 1746, que la destruyó en buena parte. A pesar de que su antecesor, el conde de Superunda, había desplegado importantes esfuerzos por reconstruirla, Amat se enfrentó a muchas tareas por concluir, y además imprimió a esas acciones una orientación acorde con las tendencias urbanísticas que entonces habían adquirido gran fuerza en Europa, en el contexto de la influencia ilustrada. Así, impulsó la creación de plazas y de lugares de recreo, como la plaza de toros de Acho, inaugurada en 1768 y que supuso el que las corridas de toros dejaran de ser una diversión callejera; se propuso la reactivación del coliseo de Comedias de Lima, ya que a su llegada llevaba varios años sin funcionar; puso también gran interés en el paseo de Aguas; plantó árboles y dotó a la ciudad de un aspecto más ordenado. Es éste, en efecto, uno de los aspectos del gobierno virreinal en el que Amat manifestó su condición de virrey del despotismo ilustrado, al igual que su Monarca, Carlos III, demostraba su interés en remodelar la ciudad de Madrid. Se trataba de una nueva concepción urbanística, que entendía la urbe como un ámbito que debía ser agradable para sus vecinos, pero a la vez dotado de seguridad y de medidas preservadoras de la salubridad pública. Así, por ejemplo, en 1769 el virrey estableció un Reglamento de Policía, para asegurar el orden en la capital. Ordenó la reparación del camino de Lima al Callao al igual que la refacción de la caja de agua y de las cañerías y pilas de la antigua alameda; también dispuso se allanara el camino al pueblo de Lurigancho. Debe entenderse la gestión gubernativa del virrey Amat en el Perú en el contexto de las políticas reformistas de la dinastía borbónica con respecto a América. En efecto, la Corona estaba empeñada en recobrar su poder en el Nuevo Mundo, que a lo largo de la centuria anterior había disminuido notablemente. No sólo la crisis financiera de la Real Hacienda en el siglo XVII contribuyó a esa disminución de la autoridad real, sino también el creciente poder que en el Perú había ido adquiriendo la elite criolla. Incluso muchos de los propios agentes de la administración —por ejemplo, corregidores de indios, oficiales de la Real Hacienda y hasta ministros de la Audiencia de Lima— se habían vinculado de diversos modos con los grupos locales, con lo cual no fue infrecuente el que se dieran muchas situaciones en las que los intereses de éstos se imponían sobre los de la Monarquía. Fue, pues, particularmente delicada su relación con los sectores criollos, y buena parte de las críticas que luego recibió su gobierno provenía de esos sectores. Pero el reformismo borbónico no solo generó resistencia en esos grupos, sino también en muchos otros. En este sentido, los años de gobierno de Amat en el Perú fueron cruciales, ya que a los afanes reformistas que él representaba se añadía una situación de evidente tensión social, que estalló violentamente cuatro años después del final de su gobierno, con la rebelión de Túpac Amaru II en el sur andino. En cierto sentido, fue un virrey de transición: durante las décadas anteriores a su gobierno se habían iniciado las reformas borbónicas, pero fue después de su período gubernativo cuando esas reformas enfrentarían una abierta y violenta reacción. Un importante propósito del plan de reformas de la Corona fue el de conseguir el crecimiento económico y productivo de España, para lo cual se consideraba que América debía cumplir un papel fundamental: se trataba de integrar a la metrópoli con sus dominios ultramarinos en una unidad económica productiva, para lo cual era preciso que en América se diesen las condiciones que permitieran una explotación eficaz de sus riquezas, a través de reformas administrativas y comerciales. Éstas buscaron aumentar la recaudación fiscal, favorecer el mayor desarrollo del comercio y de la minería e incrementar el número de efectivos militares para cubrir las necesidades defensivas de los territorios americanos. Los aspectos fiscales tuvieron crucial importancia, y un punto central fue la legalización del reparto de mercancías; era ésta una práctica frecuente en el Perú desde el siglo anterior, y consistía en la venta compulsiva a la población indígena de productos que no necesariamente aquélla requería. Muchos corregidores de indios organizaron esos repartos, ya que por medio de ellos lograban beneficios económicos, actuando como intermediarios. La legalización de esa práctica en el siglo XVIII fue vista por muchos como la consagración de un abuso. La Corona, sin embargo, entendió el reparto como un sistema eficaz para lograr dinamizar el mercado, introduciendo en él a la población indígena, con los consecuentes beneficios fiscales de ese aumento de las actividades mercantiles. Otra importante etapa reformista fue la centrada en el aumento del impuesto de la alcabala y en la visita general del virreinato del Perú. El período gubernativo del virrey Amat concluyó poco antes de que esa etapa se iniciara. Sin embargo, el impacto que el conjunto de reformas tuvo, en especial sobre la población indígena, explica que desde mediados del siglo XVIII se advirtiera un notorio incremento de las revueltas en el territorio virreinal. Ello explica también el hecho de que a lo largo del siglo XVIII los nombramientos de virreyes del Perú recayeran sobre militares, cuando en tiempos de los Austrias esos nombramientos recaían fundamentalmente en juristas o cortesanos. Los planes reformistas de los Borbones consideraron que se requería que una mano fuerte estuviera a cargo de los virreinatos y gobernaciones americanos, con el fin de restablecer la autoridad real. Además, parte de ese restablecimiento incluía la defensa de las costas frente a los ataques de los enemigos europeos de España, para lo cual se diseñó un ambicioso plan de construcción de fortificaciones. Especial empeño puso Amat en esa tarea, al punto de afirmar que la defensa territorial y el cuidado de los aspectos militares constituían la “más interesante” de las obligaciones que tenía como virrey. En efecto, un año después de tomar posesión del Gobierno del Perú fue declarada la guerra a Inglaterra, con lo cual se puso especial atención a la defensa de las costas, con una estrategia que implicó un doble objetivo: el reforzamiento de las guarniciones y el remozamiento de las fortificaciones. Amat consideró de vital importancia emprender un serio plan de defensa del Callao, ya que encontró ese puerto —al que consideraba el más importante del Pacífico— bastante desguarnecido. Por eso, emprendió obras de reforzamiento del Real Felipe, que hasta entonces constaba sólo de un cerco que consideró bastante precario. Además, organizó cuerpos de milicias en muchas provincias, comprometiendo a la población civil en ello, lo cual también le sirvió como una manera de calibrar el apoyo de la población a su autoridad. En el ámbito económico, un sector que creció en el tiempo del virrey Amat fue el minero. Después de muchas décadas de estancamiento o de franca disminución de la producción de plata en el virreinato, la segunda mitad del siglo XVIII supuso una recuperación productiva en ese ámbito. Potosí y Cerro de Pasco fueron yacimientos que mostraron un aumento en sus rendimientos, aunque no se llegó a los volúmenes del siglo XVI o de inicios del XVII. Para la época que nos ocupa, la mayor producción de plata era la que se daba en el virreinato de Nueva España. Sin embargo, durante el gobierno de Amat se descubrieron las importantes minas de Hualgayoc —cerca de la ciudad de Cajamarca—, lo cual supuso el inicio de un importante desarrollo económico y comercial en el norte del Perú. Otro importante empeño de Amat —en el contexto del reformismo borbónico— fue el de reducir el poder de los grandes comerciantes de Lima, agrupados en el Tribunal del Consulado. Desde la metrópoli se consideraba que la pérdida de parte de la Corona del control del comercio transatlántico se debía, en buena parte, al creciente desarrollo del contrabando y del tráfico de barcos neutrales, todo lo cual beneficiaba a los comerciantes americanos, al igual que a los extranjeros. Puso Amat especial empeño en la lucha contra el contrabando, y lo cierto es que los ingresos aduaneros se incrementaron notablemente durante su gobierno. De acuerdo con la inspiración ilustrada propia de la época, Amat se propuso promover el desarrollo de las actividades académicas en la Universidad de San Marcos, la cual afrontaba desde tiempo atrás importantes problemas: por ejemplo, el de la notoria inasistencia de profesores y de alumnos a las clases, o el de las irregularidades que se producían en la provisión de las cátedras. Dispuso el virrey que los catedráticos hicieran exposiciones públicas periódicamente, a las cuales los alumnos estuvieran obligados a asistir; promovió que la elección de aquéllos fuera hecha exclusivamente por sus méritos; dispuso la creación de la biblioteca universitaria; y apoyó el desarrollo de los estudios de Matemáticas. Además, durante su gobierno se creó el Convictorio de San Carlos. La expulsión de los jesuitas fue uno de los grandes acontecimientos producidos durante el gobierno del virrey Amat en el Perú, respondiendo también a las políticas del reformismo borbónico. El despotismo ilustrado dominante en la Corte madrileña tuvo como uno de sus principales objetivos el aumento de las atribuciones y prerrogativas de la Corona en el ámbito eclesiástico. En ese contexto, la Compañía de Jesús apareció como la principal defensora del Papa y de la curia romana, y su expulsión en 1767 supuso un avance en las políticas regalistas. Desde los inicios de su gobierno, Amat adoptó una serie de disposiciones encaminadas a recuperar la primacía de las autoridades civiles sobre determinados asuntos en los que la Iglesia había ido logrando predominio. Así, se propuso limitar el desarrollo de las cofradías en Lima, al considerar que muchas de ellas habían abandonado en la práctica su carácter piadoso; por otro lado, ordenó realizar un inventario de todos los bienes de la catedral de Lima; ordenó el cumplimiento de la disposición emanada de la metrópoli en el sentido de no pagar los emolumentos de los eclesiásticos que se ausentaran de sus correspondientes diócesis sin autorización de las autoridades civiles; y dispuso que si alguna doctrina a cargo de un miembro del clero regular quedaba vacante, debía ser entregada a un clérigo secular, en tanto se realizara una adecuada reforma de las órdenes religiosas, para desterrar las costumbres relajadas que se atribuían a sus miembros. Sin embargo, las medidas reformistas impulsadas por Amat en el ámbito eclesiástico no llegaron a ponerse en práctica de modo pleno y, por tanto, el aspecto más relevante fue el de la expulsión de los jesuitas, sobre cuyas consecuencias han sido ofrecidas diversas interpretaciones por los historiadores. Lo cierto es que los miembros de la Compañía de Jesús dirigían muchos de los centros educativos más importantes del virreinato, y además manejaban grandes propiedades agrícolas, con lo cual fue muy notorio el impacto producido por su expulsión. Según el propio virrey, ése fue uno de los asuntos “más laboriosos” que enfrentó en su gobierno: no sólo por la gravedad del mismo, sino por la discreción y urgencia con el que hubo de acometerse; no debe olvidarse, además, la antigua vinculación de Amat con la Compañía, al haber sido alumno de los jesuitas durante su infancia. Amat intervino en la edificación de templos o en la restauración de los que habían sufrido los estragos del referido terremoto de 1746. Así, en 1771 se estrenó el templo del monasterio de las Nazarenas, dedicado al Señor de los Milagros. El antiguo templo, poco importante arquitectónicamente, había sido destruido por el terremoto. El virrey Amat intervino personalmente en la ejecución de los planos del nuevo templo, el cual fue edificado en buena medida gracias a sus personales aportaciones económicas. Igualmente, promovió la edificación de una nueva torre para el templo de Santo Domingo, ya que la antigua había quedado seriamente dañada. Una de las figuras centrales en la vida de Amat en Lima fue la de Micaela Villegas —la Perricholi—, joven actriz —aproximadamente cuarenta años menor que el virrey— con quien mantendría una relación amorosa que ha sido materia de interés de muchos cronistas e historiadores. En efecto, la figura de la Perricholi es una de las más célebres del período virreinal, aunque lo que se ha escrito sobre ella ha estado, en buena medida, más vinculado a la leyenda o a la novela que a la realidad. Se conocieron en el ambiente del ya mencionado Coliseo de Comedias de Lima, cuyos espectáculos histriónicos se reanudaron pocos meses después de la llegada de Amat al Perú, siendo él un asiduo concurrente a esas veladas. Todo indica que por entonces Micaela Villegas desempeñaba papeles secundarios en algunas comedias, y que el apoyo del virrey facilitó el posterior éxito en su carrera artística. El 17 de julio de 1776 fue relevado por Manuel de Guirior, después de quince años de gobierno. Partió a España en noviembre del mismo año, luego de un período gubernativo ciertamente intenso, y con setenta y dos años de edad. A pesar de su fuerte temperamento —“de los arranques frecuentes que tenía como soldado terco, y de sus tendencias a la arbitrariedad”, al decir de Mendiburu—, Amat hizo numerosos amigos en Lima, y su influencia social en la capital virreinal fue ciertamente mayor que la que alcanzaron muchos otros vicesoberanos. Por otro lado, sin embargo, fueron también muy insistentes las versiones que le atribuyeron actuaciones ilícitas —por ejemplo, recibiendo dinero de diversas personas con el objeto de obtener determinados beneficios—, a partir de las cuales habría formado una importante fortuna. En este sentido, después de su regreso a la Península se publicaron en Lima numerosos panfletos y textos variados condenando muchas acciones del virrey, como sus supuestos derroches, su enemistad con los jesuitas y los públicos amores con Micaela Villegas. Tuvo, pues, muchos enemigos, y durante los meses previos a su regreso a la Península —tras haber dejado ya el poder virreinal— tuvo que sufrir ataques, críticas y comentarios sarcásticos de diverso tipo, muchos de ellos a través del medio impreso. De ellos, el que más resonancia alcanzó fue el Drama de Dos Palanganas, que por el odio y mordacidad reflejados —fue, sin duda, el escrito más duro en cuanto a sátira política de toda la época virreinal—, al igual que por su carácter anónimo, generó desde un principio diversas especulaciones entre los historiadores. Al parecer tuvo un hijo con Micaela Villegas, tal como ella expresamente lo indica en su testamento: Manuel de Amat y Villegas, que años después fue enviado por su madre a educarse en Europa, volviendo posteriormente al Perú. En cuanto al virrey, tras su regreso a la Península vivió retirado en Barcelona, en una finca de su propiedad. En edad muy avanzada contrajo nupcias con una sobrina suya, y en esa etapa construyó el denominado palacio de la Virreina, en la misma ciudad, donde falleció el 14 de febrero de 1782. Bibl.: M. de Mendiburu, Diccionario Histórico-Biográfico del Perú, t. I, Lima, 1931, págs. 410-472 (2.ª ed. con adiciones y notas bibliográficas publicada por Evaristo San Cristóval); V. Rodríguez Casado y F. Pérez Embid, Memoria de gobierno de Manuel Amat y Junient, virrey del Perú, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1947; V. Rodríguez Casado y F. Pérez Embid, Construcciones militares del Virrey Amat, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1949; R. Vargas Ugarte, SI, Historia del Perú. Virreinato (Siglo xviii), Lima, 1956; A. Sáenz-Rico, El Virrey Amat. Precisiones sobre la vida y la obra de Don Manuel de Amat y Junyent, Barcelona, Ayuntamiento, Museo de Historia, 1967 (2 vols.); G. Lohmann Villena, Un tríptico del Perú virreinal: el Virrey Amat, el Marqués de Soto Florido y la Perricholi. El Drama de dos palanganas y su circunstancia, Chapel Hill, University of North Carolina, 1976; S. O’Phelan Godoy, Un siglo de rebeliones anticoloniales. Perú y Bolivia, 1700-1783, Cuzco, Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de las Casas, 1988; J. de la Puente Brunke, José Baquíjano y Carrillo, Lima, 1995; V. Peralta Ruiz, “Las razones de la fe. La Iglesia y la Ilustración en el Perú, 1750-1800”, en S. O’Phelan Godoy (compiladora), El Perú en el siglo xviii. La era borbónica, Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú- Instituto Riva-Agüero, 1999, págs. 177-204; J. Fisher, Bourbon Peru. 1750-1824, Liverpool, Liverpool University Press, 2003; C. Pardo-Figueroa Thays y J. Dager Alva (dirs.), El Virrey Amat y su tiempo, Lima, Instituto Riva-Agüero-Pontificia Universidad Católica del Perú, 2004. Padres. Hijo de Josep de Amat y de Planella , primer marqués de Castellbell , y de Marianna de Junyent y de Vergós. |
Digamos para terminar que en el Blog sobre Heráldica Catalana hallamos información acerca de las armas del Marquesado de Castellbell: "El marquesado de Castellvell (Grandeza de España) es un Título nobiliario concedido, el 07 de julio de 1702, por el rey don Felipe V a favor de don José de Amat y de Planella, señor de Castellbell. Inicialmente sin Grandeza de España", la que fue concedida en 1924. Nuestro Virrey fue el segundo Marqués de Castellbell. "Estas son las armas del marquesado de Castellbell:
Historia de los marqueses de Castellbell José de Amat Planella y Despalau, I marqués de Castellbell. Casó con María Ana Junyent y Vergós, hija de Francesc Junyent y Marimón, I marqués de Castellmeyá. Le sucedió su hijo: José de Amat Planella y Vergós (.-1777), II marqués de Castellbell, II marqués de Castellmeyá. Casó con Ana de Rocabertí y Descatllar. Le sucedió su hijo: Cayetano de Amat y Rocabertí (.-1794), III marqués de Castellbell, III marqués de Castellmeyá. Casó con Eulalia de Cruilles y Rocabertí. Casó con María Antonia de Peguera y Armengol. Le sucedió, de su segundo matrimonio, su hijo: Manuel Cayetano de Amat y Peguera (1777-1846), IV marqués de Castellbell, IV marqués de Castellmeyá. Casó con su prima hermana Escolástica de Amat y Amat. Le sucedió su hijo: Cayetano María de Amat y Amat, V marqués de Castellbell, V marqués de Castellmeyá, IV Barón de Maldá y Maldanell, Barón de Castellar. Sin descendientes. Le sucedió su sobrino: Joaquín de Cárcer de Amat y Junyent (1835-1923), VI marqués de Castellbell, VI marqués de Castellmeyá, Barón de Pau, barón de Talamanca. Casó con María de la Concepción Oriola y Cortada. Sin descendientes. Le sucedió: María de los Dolores de Cárcer y de Ros (1867-1939), VII marquesa de Castellbell, VII marquesa de Castellmeyá, VI Baronesa de Maldá y Maldenell. Casó con Luis de Vilallonga y Sentmenat. Le sucedió su hijo: Salvador de Vilallonga y de Cárcer (1891-1974), VIII marqués de Castellbell, VIII marqués de Castellmeyá, VII barón de Maldá y Maldanell, II barón de Segur, Gentilhombre Grande de España con ejercicio y servidumbre del Rey Alfonso XIII. Casó con María del Carmen Cabeza de Vaca y Carvajal, hija de Vicente Cabeza de Vaca y Fernández de Córdoba, VI marqués de Portago y de Ángela Carvajal y Jiménez de Molina, XI condesa de la Mejorada. En el marquesado de Castellmeyá, le sucedió su hija María Antonia. En el marquesado de Castellbell le sucedió su hijo: José Luis de Vilallonga y Cabeza de Vaca (1920-2007), IX marqués de Castellbell. Casó con la Hon. (Essylt) Priscilla Scott-Ellis (1916-1983). Casó con Sylianne Stella y Morell. Casó con María Begoña Aranguren Gárate. Le sucedió, de su primer matrimonio, su hijo: John Alfonso de Vilallonga y Scott-Ellis (n. 1947), X marqués de Castellbell.
José de Amat y de Planella o José de Amat de Planella y Despalau (Barcelona, 1670 — Barcelona, 1715) fue un militar catalán que participó en la defensa de la ciudad como capitán de la coronela en 1697, hecho que, junto con su adhesión a Felipe V , le valió la concesión del título de marqués de Castellbell. Fue uno de los fundadores de la Academia de los Desconfiados (1700), y como secretario de esta corporación, se encargó de la edición de Nenias reales y lágrimas obsequiosas en la memoria del gran Carlos II (1701), colección poética a la que aportó también su colaboración, en catalán y castellano. |
Juan de Amat y Despalau (1633-1697) fue un noble barcelonés señor de Castellbell , Vacarisses , Castellar, Rellinars y El Vilar .
En 1668 se casó con Francesca de Planella y Erill señora de Talamanca con quien tuvo dos hijos, Josep y Francesc. Vivía en Barcelona y participaba en la política de la ciudad y del Principado. Intervino para pacificar Cataluña durante las guerras del siglo xvii . Sus hombres estuvieron en Manresa en 1688 durante el alboroto de las Habas.
Fue en el Consell de Cent varias veces y fue diputado en las Cortes catalanas por el brazo militar. Entre los años 1691 y 1693 fue elegido por escrutinio y se le da el cargo de protector del brazo militar . En 1697 fue enterrado en la iglesia de San Francisco de Barcelona. En su testamento dejó el castillo de Castellar a su segundo hijo Francisco de Amat y Planella y todos sus otros bienes y títulos van al heredero Josep de Amat y de Planella , que será el primer Marqués de Castellbell. Senyoria de Castellar. La señoría de Castellar fue una jurisdicción feudal catalana dentro del término actual de d'Aguilar de Segarra.. El primer señor fue Seguí que era Señor del Castillo de Castellar y además de su término, el dominio de seis torres que dan lugar a seis núcleos medievales fortificados: Les Coromines, El Seguer, Puigfarner, Sant Valentí de Vilallonga, Solanelles, i la Guàrdia Pilosa.
En marzo de 1213 el rey Jaime I reconoce a Guillermo de Castellar la posesión del feudo y derechos de los castillos de Castellar y Villalonga , más adelante Villalonga se venderá en los Rajadell . Entre los años 1247 y 1292 la familia Castellar va desapareciendo de la titularidad del castillo y éste pasa a manos de los Grevalosa. En 1486 después de diez años de guerras civiles en Cataluña, el rey Fernando el Católico dicta la sentencia de Guadalupe, por la que los campesinos de Cataluña serán hombres libres y tendrán el dominio útil de la tierra y quedarán suprimidos los malos usos feudales y la remensa. Con esta sentencia el campesino se convierte en dueño de la masía y aunque tiene que pagar al señor natural, censos y diezmos, todavía le queda margen para ganarse las vida y prosperar.
El 28 de febrero de 1621 fallecido Jerónima de Grevalosa y Romeo, viuda y sin hijos, el título de la baronía pasará a los Amat, Francisco de Amat y de Grevalosa, hijo de Francisco de Amat, barón de Castellbell y de Isabel de Grevalosa descendiente de los Grevalosa de Castellar. SEÑORES. Senyors de Castellar.
Seguí +1022
Company Seguí
Sendred Company (+1078)
Berenguer Sendred (+1124)
Guillem de Castellar Familia GREVALOSA
Arnau de Grevalosa
Pere I de Grevalosa (+1330)
Pere II de Grevalosa (+1356)
Pere III de Grevalosa (+1383)
Pere IV de Grevalosa i Vilella
Ramon de Grevalosa
Guillem Ramon de Grevalosa i Josa
Pere Lluis de Grevalosa
Joanot de Grevalosa i Gàver (+1540)
Galceran de Grevalosa (+1584)
Jerònima de Grevalosa i Romeu (+1621)
Familia AMAT
Francesc d'Amat i de Grevalosa (+1644)
Joan d'Amat i Despalau (*1633,+1697)
Francesc d'Amat i Planella (+1723) Nombrado conde de Castellar por ARCHIDUQUE Carlos.
Fèlix d'Amat i Lentisclar (+1749)
Maria Teresa d'Amat i Lentiscar (+1769)
Josep d'Amat i Rocabertí (*1729,+1775)
Antoni d'Amat i Rocabertí (*1742,+1824)
Gaietà d'Amat i d'Amat (*1803,+1868)
Familia CÀCER
Josep de Càcer i Amat (*1836,+1905)
Maria Dolors d'Amat-Càrcer i de Ros (*1867,+1939) |
El castillo de Castellbell está situado sobre un cerro cercano en la población del Burés, en torno al cual el río Llobregat describe un meandro, en el municipio de Castellbell y Vilar de la comarca catalana del (Bages). Es lo que queda de una edificación gótica. Historia Documentado desde el 979, recibía el nombre de Castell Belit. Este edificio de forma rectangular, con dos cuerpos más altos en los extremos, figuraba en la dote matrimonial de la condesa Ermesenda, esposa de Ramón Borrell. Fue propiedad de los Montcada en el siglo XIII, ya finales del siglo XIV pasaría a manos de Jaime Desfar, señor de Castellbell, Vacarisses y Rellinars. Durante el siglo XVIII fue restaurado, ya que las diversas destrucciones que sufrió habían hecho estragos, especialmente la del 1485, cuando los remensas lo ocuparon violentamente, arrancaron y quemaron las quince puertas de las cámaras y derribaron la mitad de la torre. Lo que hoy se ve constituye la obra situada a poniente del patio central, ya que el resto fue destruida en 1719 por el propietario de entonces, José de Amat y de Junyent, segundo marqués de Castellbell, a fin de que no fuera ocupado por los migueletes. Actualmente queda sólo el edificio, sin ningún mueble. En el interior del recinto se encuentra la antigua cisterna que recogía el agua de la lluvia para abastecer el castillo y, también, las ruinas de la antigua capilla de Sant Miquel. A los pies del despeñadero están las ruinas de la iglesia románica de San Vicente del Castillo.
Castellbell y Vilar (en catalán y oficialmente Castellbell i el Vilar) es un pueblo de Cataluña, España. Perteneciente a la provincia de Barcelona, en la comarca del Bages. El pueblo se divide en cuatro partes: La Bauma, El Borrás, El Vilar y El Burés. Está a unos 4 kilómetros de la montaña de Montserrat. Población 3853 hab. (2021); 29,8 km² Escudo de armas: La corona, en este caso de marqués, en referencia al marquesado de Castellbell. El castillo de plata cerrado de sable es una señal hablante y hace referencia al castillo de Castellbell, origen histórico del municipio. La banderola de oro con cuatro fajas de gules representa que el término había estado bajo jurisdicción señorial, y la faja ondulada de azur ribeteada de sable simboliza el río Llobregat, que discurre al pie del castillo. Las palmas se refieren a los patrones del pueblo. El Bages es una comarca española, situada en la provincia de Barcelona, Cataluña. Su capital es la ciudad de Manresa. Tiene una superficie de 1092,3 km² y su población es de 178 885 habitantes (2019). |
Palacio de la Virreina. El palacio de la Virreina (en catalán, Palau de la Virreina) es un palacio urbano situado en la La Rambla, en la ciudad de Barcelona. El edificio constituye uno de los mejores exponentes de la arquitectura civil de estilo barroco de Cataluña. Las dependencias y el patio del palacio constituyen la sede del área de cultura del Ayuntamiento de Barcelona y sirven de marco para exposiciones de carácter temporal. En el interior se exhiben, en exposición permanente, los Gegants de la Ciutat y la Àliga de Barcelona.
Historia del edificio En 1776, Manuel de Amat y Junyent, marqués de Castellbell, volvió a Barcelona con una gran fortuna, tras cesar en su cargo como virrey del Perú, que había desempeñado desde 1761. Como muestra de su riqueza se hizo construir este suntuoso palacio mezcla de decoración barroca y rococó. Fue edificado entre 1772 y 1778 y, tras la muerte prematura de Amat, fue ocupado por su viuda, Maria Francesca de Fiveller y de Bru, por lo que fue conocido como Palacio de la Virreina. Los planos ya existían en el año 1770, pero no se conoce con certeza quien los diseñó, siendo atribuidos a Josep Ausich. Las obras fueron dirigidas por el arquitecto y escultor Carles Grau (1717-1798). También intervino el escultor Francesc Serra, que murió en la obra. Parece que el mismo virrey, desde Perú, dio detalladas instrucciones para su construcción y posiblemente decidió de una manera personal el estilo de la fachada, de piedra de Montjuïc y de Santanyí. . En 1941 fue declarado Monumento Nacional y en 1944 fue adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona, que lo ha ido destinando a diversos usos, como sede de diversos museos así como espacio de exposiciones temporales. En 1986 albergó, al igual que la Biblioteca Nacional de España, una exposición de pintura moderna de la colección Thyssen-Bornemisza situada en Suiza, la cual en esos años buscaba una sede estable. En esas fechas el entonces alcalde Pasqual Maragall firmó con el barón Thyssen un convenio para depositar parte de dicha colección en la ciudad condal. En 1988 el edificio de la Virreina mostró otra exposición de los Thyssen, en este caso de pintura americana del siglo XIX. Finalmente, en 1993 se logró para Barcelona un préstamo a largo plazo de unas 60 obras, que se dispusieron en el Monasterio de Pedralbes y que en 2004 se trasladaron al MNAC. Descripción del inmueble La fachada principal se estructura simétricamente en ejes verticales marcados por los balcones con el refuerzo de seis pilastras con capitel de tipo jónico. Los balcones tienen barandilla de forja. Doce ménsulas sostienen una cornisa coronada con una balaustrada con doce grandes jarrones. Hay un interesante patio interior con doble escalinata desde donde se contemplan los grandes ventanales de los salones, enmarcados con pilastras estriadas y paneles ricamente esculpidos. |
ana karina gonzalez huenchuñir |
El metro de la ciudad de nueva york, fue construido en la primera mitad del siglo XX, simbolizando la modernidad, la ingeniería estadounidense de la segunda revolución industrial. El metro neoyorquino quedo anticuado con respecto a los moderno metros construidos en la segunda mitad del siglo pasado, y siglo presente.
ResponderEliminar