Attorney at law (Attorney-at-law) en los Estados Unidos es un Abogado, que ofrece profesionalmente asesoramiento jurídico a sus clientes y que ejerce la defensa jurídica de las partes en los procesos judiciales o no contenciosos, conocido también como counselor (o counsellor-at-law) o lawyer. Los Attorney pueden ser dirigidos por la abreviatura de Esq. , de la palabra Esquire. Mi vivencia como abogado santiaguino. Attorney at law |
Roy Cohn.
Saul Goodman.
Better Call Saul es una serie de televisión estadounidense de drama creada por Vince Gilligan y Peter Gould. Es una precuela y serie derivada de la serie anterior Breaking Bad. Ambientada entre principios y mediados de la década de 2000, la serie sigue la historia de un estafador convertido recientemente en el abogado Jimmy McGill (interpretado por Bob Odenkirk), que comienza seis años antes de los eventos de Breaking Bad y muestra su transformación en Saul Goodman. McGill trabaja inicialmente como un abogado mal pagado, con la trastienda de un salón de belleza como su hogar y oficina. Su amiga e interés romántico Kim Wexler (Rhea Seehorn) trabaja como abogada en la firma de Hamlin, Hamlin & McGill (HHM), donde ella y Jimmy una vez trabajaron en la sala de correo. Los socios de HHM incluyen a Howard Hamlin (Patrick Fabian), el némesis de Jimmy, y su hermano Chuck McGill (Michael McKean). Ehrmantraut lleva a cabo la distribución ilegal de drogas con Nacho Varga (Michael Mando), además de convertirse en la mano derecha del narcotraficante Gus Fring (Giancarlo Esposito), quien dirige una cadena de restaurantes de comida rápida como fachada comercial. Sus operaciones son interrumpidas por miembros de la familia criminal Salamanca, incluido Lalo Salamanca (Tony Dalton). Odenkirk, Banks y Esposito repiten sus papeles de Breaking Bad.
Breaking Bad es una serie de televisión dramática estadounidense creada y producida por Vince Gilligan. Narra la historia de Walter White (Bryan Cranston), un profesor de química con problemas económicos a quien le diagnostican un cáncer de pulmón inoperable. Para pagar su tratamiento y asegurar el futuro económico de su familia comienza a cocinar y vender metanfetamina, junto con Jesse Pinkman (Aaron Paul), un antiguo alumno suyo. La serie, ambientada y producida en Albuquerque (Nuevo México), se caracteriza por poner a sus personajes en situaciones que aparentemente no tienen salida, lo que llevó a que su creador la describa como un wéstern contemporáneo. La serie, concluida en 2013, tiene también otra serie spin-off, Better Call Saul, a modo de precuela y estrenada en 2015. En 2019 se estrenó la película El Camino, que sirve como epílogo final de la serie.
Teatro Serie de Better Call Saul Better Call Saul Apuntes de Derecho Procesal de la Universidad Bernardo O Higgins. Saul Goodman Música. |
The Paper Chase.
Vida de un estudiante/Vida íntima de un estudiante (The Paper Chase) es una película de 1973 protagonizada por Timothy Bottoms, Lindsay Wagner y John Houseman y dirigida por James Bridges. Basada en la novela de John Jay Osborn, Jr., el filme cuenta la historia de Un estudiante serio y trabajador llamado James T. Hart (Timothy Bottoms) va a Harvard donde se encuentra a un tiránico, sarcástico y dominante profesor: Charles W. Kingsfield, Jr. (John Houseman), el chico decide vengarse convirtiéndose en el mejor alumno de la clase pero su relación se vuelve aún más compleja cuando el joven descubre que la chica en la que se ha fijado es la hija del profesor (Lindsay Wagner) además de que ella le brinda su ayuda para ser el mejor. Mi vivencia como abogado santiaguino. THE PAPER CHASE: MARATÓNICAS JORNADAS DE ESTUDIO Libreto The Paper Chase.
Apuntes de Derecho Procesal de la Universidad Bernardo O Higgins. |
John Houseman, nacido Jacques Haussmann (Bucarest, Rumania, 22 de septiembre de 1902 - Malibu, Estados Unidos, 31 de octubre de 1988) fue un actor y productor de cine estadounidense. El actor y productor de cine, teatro y radio John Houseman murió la noche del domingo al lunes en su domicilio de Malibú (California), a la edad de 86 años, víctima de un cáncer.Houseman recibió un premio Oscar como el mejor actor secundario en 1973, por su interpretación de un profesor de Harvard en la película The paper chase, de John Bridges. Nacido en Rumanía de padre francés y madre británica, John Houseman perdió su fortuna en el comercio de cereales, antes de vincularse al mundo del espectáculo. Se lanzó a la producción teatral junto a Orson Welles en el teatro Mercury de Nueva York. Con, él produjo también la célebre emisión radiofónica de La guerra de los mundos, basada en un relato de H. G. Wells sobre una invasión de los marcianos al planeta Tierra, que celebró hace una semana su cincuentenario. También colaboró con Welles en la producción de Ciudadano Kane, en 1941. Posteriormente produjo en solitario películas como They live by night (1948), The bad and the beautiful (1952), Julio César (1953) y The lust for life (1956), así como numerosas obras de teatro y emisiones radiofónicas. |
¿Sundar Pichai o Harvey Specter? 11 octubre, 2020 Las series de abogados norteamericanas son tan míticas como la ficción televisiva en sí misma. Más complejas o más sencillas, con toques de humor o más tendentes al drama e incluso otros géneros como el terror o el thriller político: lo cierto es que podemos decir que hay una serie sobre el mundo legal perfecta para cada telespectador. En la inmensa mayoría de estas obras de ficción, más allá de las intenciones de sus protagonistas, los letrados suelen hacer uso de diversas estratagemas o enfrentarse a problemas ante los que alguna "triquiñuela" parece la mejor solución. Una de las más repetidas, en series altamente recomendables como Suits, Cómo defender a un Asesino, Ally McBeal e incluso la hilarante Better Call Saul, es la técnica popularmente conocida como "enterrar entre documentación". Imagine, querido lector, que la parte contraria en un litigio le exige entregar los papeles que le incriminan en un posible delito. No entregarlos puede suponer otra infracción adicional, por los que no hay escapatoria imaginable. O quizás sí: si en lugar de ese documento se hace entrega de cientos de cajas llenas de informes, es muy probable que esa prueba clave se pierda entre la multitud o, cuanto menos, retrase el proceso lo suficiente para idear otro plan alternativo. Puede sonar a ficción, y así es, pero no olvide que la realidad siempre supera a cualquier guion. Estas semanas, sin ir más lejos, conocíamos el informe final del Congreso estadounidense sobre las supuestas prácticas monopolísticas de los gigantes de internet y que llevaron a sus máximos responsables a respectivas sesiones públicas para justificar sus actividades. Y más allá de las recomendaciones para frenar su incesante y concentrado poder, la extensa publicación recoge un curioso detalle. Mientras que Apple entregó 2.246 documentos para explicar los puntos en los que su operación estaba en entredicho, Amazon hizo lo propio con 24.299. Facebook, a su vez, hizo acopio de 41.442 archivos nuevos y recopiló 83.804 de otros procesos que le mantienen en el filo de la navaja en EEUU. Pero la sorpresa llega con Google, que ni corta ni perezosa le sirvió al Congreso nada menos que 1.135.398 documentos. O lo que es lo mismo: el 505.47% más que la información proporcionada por Apple. Por si fuera poco, el tirón de orejas público recoge esa intención del buscador de enterrar a los investigadores en una maraña de papeles sin sentido. "Aunque Google produjo una cantidad significativa de material, el personal del Subcomité no vio este volumen como un indicador de calidad". A veces Sundar Pichai se viste de Harvey Specter. Técnica Document Bury.
Cómo enterrar un secreto: convertirlo en papeleo Se desclasifican millones de páginas, pero eso no significa necesariamente que se divulguen. 16 de enero de 2007 Al filo de la medianoche del 31 de diciembre, sucedió algo profundo en el sistema de secreto del gobierno. Con poca fanfarria, el paradigma del secreto cambió. Los días en que los secretos serían secretos para siempre terminaron oficialmente esa noche. Unos 700 millones de páginas de documentos secretos se volvieron no secretos. Ya no estaban clasificados. Se convirtieron . . . publico _ Imagínese: unos 400 millones de páginas anteriormente clasificadas en los Archivos Nacionales, otros 270 millones en el FBI, 30 millones en otros lugares, todos emergiendo a la luz del sol del gobierno abierto, entrecerrando los ojos y pálidos, como ratas topo desnudas. Esto parecería una victoria para la libertad de información, tal como lo imaginó el presidente Bill Clinton cuando firmó la Orden Ejecutiva 12958 en 1995 (afirmada por el presidente Bush en 2003), que ordenaba que los documentos de 25 años de antigüedad se desclasifiquen automáticamente a menos que estén exentos por motivos de seguridad nacional. u otras razones. Pero no es tan simple. Hay un pequeño secreto sucio sobre estos secretos: permanecen ocultos. Todavía no puedes correr a los Archivos Nacionales para comprobarlos. De hecho, podrían pasar años antes de que el público pueda ver estos documentos públicos. Cincuenta archiveros pueden procesar 40 millones de páginas en un año, pero ahora se enfrentan a 400 millones. El trabajo atrasado, dentro de las instalaciones de los Archivos Nacionales II en College Park, mide 160,000 pies cúbicos dentro de una enorme bóveda clasificada con iluminación especial y controles de clima para preservar el papel viejo. Filas tras filas de estantes de acero operados electrónicamente, todos de color gris pálido, contienen cientos de miles de cajas de documentos protegidas para combatir la acidez destructiva. El lugar se siente como el escenario de una película de ciencia ficción, todo prístino, ordenado y silencioso. Dentro de las cajas hay documentos que deben ser examinados y procesados de acuerdo con las instrucciones de clasificación escritas en ellos por el personal de cualquiera de varias agencias, lo que deja a los archivistas con una tarea similar a descifrar la escena del crimen de 25 años. "Es como 'CSI', solo que está en los registros", dice Neil Carmichael, el archivista supervisor. "Nunca sabes lo que te vas a encontrar". El trabajo, dice Jeanne Schauble, es "esotérico", todo sobre reglas arcanas y capas de revisión de documentos. Tiene el título bastante orwelliano de directora de la División de Procesamiento Inicial y Desclasificación de los Archivos Nacionales, lo que significa que lidera el asediado equipo de archivistas que se enfrentan a la tarea de hacer que el gobierno abierto sea una realidad. "Estados Unidos tiene el gobierno más abierto del mundo", dice Steven Aftergood, director del Proyecto sobre Secretismo Gubernamental de la Federación de Científicos Estadounidenses, "pero también tiene el gobierno más reservado del mundo, si lo mides por la producción de nuevos secretos". Y así, entre los 400 millones de páginas de documentos que esperan su publicación, hay hojas de ruta de la historia estadounidense en las décadas de 1950 y 1960: viejas investigaciones de la mafia y la persecución de activistas comunistas; secuestros y robos a bancos; los actos diplomáticos ya no se consideran sensibles. Pero, francamente, nadie sabe realmente qué hay allí, excepto los funcionarios que los clasificaron originalmente. Los archivistas no solo están abrumados por la cantidad de documentos que han llegado a la instalación; también enfrentan el extraño galimatías de las instrucciones de desclasificación en competencia de varias agencias. (Algunas agencias han otorgado a los archivistas con las autorizaciones de seguridad adecuadas la autoridad para tomar decisiones de desclasificación). Cuando abren una caja que contiene estos registros antiguos, los archivistas ven una serie de papeles con etiquetas blancas adheridas con números, fechas, letras, barras y círculos que supuestamente les indican cómo proceder. Cada agencia tiene un dialecto diferente, un conjunto diferente de códigos para comunicar sus deseos a los Archivos Nacionales. Una agencia podría usar una "R" para significar liberación, mientras que otra agencia podría usar una "R" para significar retener. "
Descubrir la intención precisa de estos códigos toma tiempo con llamadas telefónicas quizás molestas a las agencias. "Pero se molestan más si lanzamos algo que no tenían la intención de que lanzáramos", dice Schauble. Otro campo minado es el tema de la "equidad", que involucra a más de una agencia que tiene interés en un documento y su información clasificada. Por ejemplo, si el Departamento de Estado ha utilizado información de la CIA en su documento, ambas agencias deben revisarlo para desclasificarlo. Eso significa que un documento debe sacarse de las cajas repetidamente, lo que no es una buena idea con papel viejo y delicado, a menudo del tipo papel de cebolla. Para resolver este problema, se ha establecido una Iniciativa Nacional de Desclasificación para que las agencias puedan resolver sus problemas de equidad juntas, alrededor de la misma mesa, al mismo tiempo, y tal vez evitar vergüenzas como la que ocurrió el año pasado cuando se reclasificó información pública anteriormente. Este nuevo proyecto está en sus primeras etapas. Finalmente, los archivistas pasan sus días estudiando detenidamente estos papeles, forzando la vista, torciendo el cuello y sabiendo que muchos de esos documentos clasificados nunca necesitaron ser clasificados en primer lugar. En el sistema secreto, la clasificación excesiva es rampante. En ese punto, la gente dentro y fuera del gobierno está de acuerdo. El informe de la Comisión del 11 de septiembre denunció el nivel de secretismo del gobierno como un obstáculo para la seguridad nacional. Un funcionario del Departamento de Defensa testificó ante el Congreso en agosto de 2004 que quizás el 50 por ciento de los documentos clasificados no necesitaban esa designación. Las fugas y la divulgación no autorizada de información clasificada son malas, "pero la otra cara es igualmente dañina, y es la clasificación excesiva de la información", dice J. William Leonard, director de la Oficina de Supervisión de Seguridad de la Información, que depende tanto del National Archivos, así como la Casa Blanca. Gestionar todo este secreto (almacenarlo, protegerlo, procesarlo) le costó al país 7.700 millones de dólares en 2005, dice Leonard. Dice Aftergood: "Estamos cosechando las consecuencias de la negligencia del pasado. Durante décadas, a las agencias se les ha permitido pasar por alto. Se les ha permitido clasificar a voluntad y descuidar por completo el lado de la ecuación de la desclasificación". Los viejos secretos también pueden proporcionar contexto para nuevas crisis. Por ejemplo, los tratos de Estados Unidos con Saddam Hussein en la década de 1980 todavía están saliendo a la luz. "Es nuestra historia y, en muchos casos, es nuestro presente", dice Aftergood. Con una espada proverbial colgando sobre sus cabezas, las agencias (excepto las asociadas con la seguridad nacional) se vieron obligadas a cambiar su cultura del secreto cuando Clinton firmó su orden ejecutiva. Tuvieron que revisar sus documentos y argumentar a favor de su clasificación continua, o ver que todos se hicieran públicos automáticamente. Unos 400 millones fueron desclasificados incluso antes de la fecha límite del 31 de diciembre de 2006. Agregue esa acumulación a los 700 millones de páginas desclasificadas más recientes, y la montaña de papel supera los mil millones de páginas. Pero no fue como si estos documentos se derramaran de una bóveda o fueran empujados por la puerta principal del FBI. "No puedes bajar por Pennsylvania Avenue y encontrarlos en la acera", bromeó David M. Hardy, jefe de la sección de difusión de información/registros del FBI. Los registros desclasificados del FBI están en sus propios depósitos. Muchos otros registros de agencias desclasificados, incluidos los de los departamentos de Estado y del Tesoro, el Estado Mayor Conjunto y la Administración Federal de Aviación, se encuentran en Archives II en College Park. Aftergood dice que espera algunas sorpresas de naturaleza desconocida, no basadas en nada que sepa sino en lo que no sabe. Ese, dice, es el valor de la desclasificación: ofrecer lo inesperado. "Sin tener idea de lo que son", dijo, "estoy seguro de que están ahí" |
Frases de los abogados y el derecho.
Harvey Specter.
Harvey Specter (interpretado por Gabriel Macht) es el abogado hábil y disparatado de la serie de Tv Suits. Conocido por salirse con la suya y citar frases ingeniosas. Que estas frases sobre Harvey Specter te inspiren a alcanzar tu máximo potencial en esta vida. Harvey Specter nos recuerda a todos que con una creencia, ambición y ética de trabajo innegables podemos realmente lograr cualquier cosa. A continuación 50 frases sobre Harvey Specter que te ayudarán a ganar con estilo. 1. “Quienquiera que intente derribarte ya está debajo de ti”. Harvey Specter. 2. “El éxito es como cuando una mujer está embarazada, todos la felicitan pero nadie sabe cuántas veces lo ha intentado”. 3. “¿Alguna vez has amado tanto a alguien que harías cualquier cosa por él? Sí, bueno, conviértete en ese alguien y haz lo que quieras por ti”. 4. “El 97% de las personas que se rindieron están empleadas por el 3% que nunca se rindió”. 5. “Deja que te odien. Solo asegúrate de que sepan tu nombre correctamente”. 6. “El único momento en que el éxito llega antes del trabajo es en el diccionario”. 7. “No levantes la voz en una discusión, simplemente mejora tu argumento”. 8. “¿Quieres cambiar tu vida? Cambia tu forma de pensar”. 9. “Cuando algo te tenga contra la pared, derribalo”. 10. “Establece objetivos tan grandes para tu vida que te incomode contarselos a personas de mentalidad pequeña”. Harvey Specter. 11. “No juego las probabilidades que interpreto al hombre”. 12. “Tú siempre tienes una opción”. 13. “Creen que te importa, caminarán sobre ti”. 14. “Lo siento, no puedo escucharte por el sonido de lo increíble que soy”. 15. “Cualquiera puede hacer mi trabajo, pero nadie puede ser yo”. 16. “No tengo sueños, tengo metas”. 17. “Si lo intentas, entonces fracasaras, el verbo es hacer, no intentar”. 18. “Va a suceder, porque voy a hacer que suceda”. 19. “No apuesto a las probabilidades, apuesto a las acciones”. 20. “Concéntrate en mejorarte. No en pensar que eres el mejor”. Harvey Specter. 21. “No es alardear si estas diciendo la verdad”. 22. “Gana una situación de no ganar reescribiendo las reglas”. 23. “Esa es la diferencia entre tú y yo. Quieres perder poco, y yo quiero ganar a lo grande”. 24. “Me gusta sonreírle a las personas que no me quieren”. 25. “La vida es un juego. Jugar para ganar”. 26. “Mátalos con tu éxito. Entiérralos con una sonrisa”. 27. “¿Cuáles son tus opciones cuando alguien te pone un arma en la cabeza? Coges el arma o sacas una más grande. O bien, llamas a tu farol. O bien, haces cualquiera de las ciento cuarenta y seis otras cosas”. 28. “Trabaja hasta que ya no tengas, de presentarte ante nadie”. 29. “Según yo «es el único» según que me debe importar”. 30. “La gente responde a cómo estamos vestidos, así que nos guste o no, debemos apegarnos a eso”. 31. “No me interesa lo genial, simplemente quiero saber quien manda”. 32. “Los ganadores no tienen excusas cuando el otro lado juega”. 33. “Yo gano. Eso es lo que hago”. 34. “La lealtad es una calle de doble sentido. Si te lo pido, entonces me lo vas a dar”. 35. “Estoy en contra de tener emociones, no en contra de usarlas”. 36. “La vida tiene dos reglas: Nunca renuncies; Recuerde siempre la regla Nº 1.” 37. “El éxito de tu cliente es un éxito tuyo”. 38. “Gana tus batallas antes de que se hayan peleado”. 39. “La ley es la ley, y la verdad es subjetiva”. 40. “Nunca vas a ganar mucho si solo vas a minimizar tus pérdidas”. 41. “Cuando las personas que ni siquiera conoces te odian, es cuando descubres que eres el mejor”. 42. “Cuando logras tu objetivo es más importante que ir de fiesta, bienvenido al 1%”. 43. “No pierdas tu tiempo con explicaciones. La gente solo escucha lo que quiere escuchar”. 44. “Los ganadores no tienen excusas”. 45. “El tiempo es libre, pero no tiene precio. No puedes tenerlo, pero vaya que puedes usarlo”. 46. “No allano el camino para la gente … La gente allana el camino para mí”. 47. “Creo en el trabajo, no jodo con suerte”. 48. “Estoy trabajando en mí mismo, para mí mismo, sólo”. 49. “Te sorprendería lo que haría la gente en la que confías cuando alguien los ponga en una posición en la que piensen que no tienen otra opción”. 50. “Nunca destruyas a nadie en público cuando puedes lograr el mismo resultado en privado”. Análisis. Harvey Specter es sinónimo de rudeza para el público americano, este personaje extrovertido a llevado al éxito a la serie de la televisión americana “Suits” creada y escrita por Aaron Korsh, debido a las frases que expresa sobre buena actitud, vigor, y ética. Las frases de Harvey Specter son oro puro si deseamos cambiar nuestros patrones de pensamiento para alcanzar una actitud óptima en las etapas de nuestras vidas, estas frases se deben estudiarse poco a poco para hacerlas parte de nuestros patrones de pensamiento. Alguno de los principios que podemos extraer de las frases son:
Sigue los principios del éxito de Harvey para avanzar en tu carrera profesional y convertirte en uno de los mejores.
HARVEY SPECTER. Quiero dejar en claro que Suits, protagonizada por Gabriel Match como el audaz Harvey Specter y Patrick J. Adams como el prodigio Mike Ross me parece en líneas generales muy entretenida y envolvente, al punto que con mi esposa agotamos toda la quinta temporada en un solo día gracias al servicio de Netflix (que aunque es la segunda vez que lo menciono en apenas dos párrafos, créanme, lo hago sin intención publicitaria de por medio). A pesar de esto también hay que tomar con pinzas las premisas que presenta la serie y sobre las cuales desarrolla sus eventos. Para empezar, hay que reconocer que todo inicia de una forma muy (pero muy) inverosímil: que el gran Harvey Specter, el abogado que se jacta y enarbola el principio de que es un profesional que haría todo por ganar, todo, menos cruzar la línea de lo legal y lo ético, hace algo que es ilegal y nada ético, esto es, contratar como abogado a alguien que no lo es, me refiero a Mike Ross –si por si acaso hay alguien leyendo que no conozca la serie. Siempre pienso que si se hubiera contratado a Mike Ross como consultor y no como abogado asociado desde el día uno, a la final la serie acababa en tres capítulos… Volviendo al punto que propongo en la entrada, desde mi experiencia como abogado, incluso como catedrático, he podido apreciar que en diferentes ámbitos, como el profesional y académico, hay muchas personas que estando o no vinculadas con el mundo jurídico, toman la serie muy al pie de la letra y piensan que es así como debe comportarse todo abogado en el ejercicio del derecho. (Desde que Suits se hizo popular aquí, no saben cuántas veces me he topado a colegas y hasta estudiantes que en quieren emular en todo a Harvey Specter, para tan solo lograr actuaciones que rayan en la grosería y desatino). En fin, sin más preámbulos pongo a su consideración estos tres aspectos que considero negativos de Suits para la imagen de los abogados: 1.- En general pintan una imagen no muy real acerca de los abogados. - Aceptémoslo, ser abogado litigante no es cuestión de glamour, de andar siempre perfumadito y con traje y corbata. A pesar de esto, vemos a un Harvey Specter que desde que se despierta ya está peinado (nunca se le mueve ni un cabello), no se le arruga ni un centímetro su camisa, siempre posee la velocidad mental que le permite en milésimas de segundo tener en la punta de la lengua respuestas ingeniosas y, como si fuera poco, sale ileso cuando lanza sendos reproches a sus colegas contrarios, a sus colegas de oficina, a los jueces, a sus superiores y hasta sus clientes… y encima sabe boxear. Esto para mí trae problemas en dos vías. Primero, nunca falta algún cliente (o potencial cliente) que piensa que todos los abogados deben ser así –claro, a un precio muchísimo más módico- y quieren que su patrocinador tenga agallas y arrojo y llegan hasta a cuestionar cuando su defensor saluda o conversa con cordialidad con el colega de la contraparte. En segundo lugar, también representa un potencial sentimiento de frustración para el propio abogado, ya que puede llegar a compararse con ese ideario que representa Specter, con la probabilidad de que empiece a sentir que no ha logrado nada si no llega a alcanzar el éxito y los logros económicos de este personaje ficticio. A fuerza de ser justo, debo admitir que la historia de Suits sí se ha preocupado por humanizar a Specter, sobre todo al mostrarlo como alguien con miedo a quedarse solo al punto de llegar a experimentar ataques de pánico al verse abandonado y cuando dedica momentos a explorar su origen humilde. 2.- No es tan precisa desde el punto de vista jurídico.- La serie, quizás por temas de guión y de tiempo de duración de los capítulos, retrata situaciones complejas que son resueltas en la mayoría de los casos rápidamente y tan solo con amenazas o trucos/engaños bien logrados. Recordemos que en el primer capítulo Harvey engaña a un cliente –luego de decirle unas cuantas groserías- con que no podía despedirlo ya que ya se le había realizado el pago vía transferencia, mostrando un papel que en teoría era el que acreditaba este hecho, para luego, una vez retirado el cliente, admitir que el “comprobante” era una impresión de un memorandun sobre un tema nada relacionado. En otras palabras, con este truco, logró que el cliente hiciera lo que él quería. Bueno, si algo me ha enseñado el devenir profesional es que es muy raro que un problema jurídico (al menos si tiene algún grado de dificultad) se resuelva de esa manera. Una amenaza o una frase grosera no justificada siempre vuelve a acecharnos ya sea tarde o temprano, así que mucho ojo con esto. 3.- En ocasiones da a entender que se puede obtener éxito actuando de forma ilegal.- Como ya lo indiqué, la serie comienza con un Harvey Specter haciendo algo antiético e ilegal, contratando a Mike Ross como abogado asociado, para que ejerza como tal, sin que este tenga el título. (ATENCIÓN: SPOILERS SI NO HAS VISTO LA TEMPORADA CUATRO, CINCO EN ADELANTE NO LEER ESTE NUMERAL). Es cierto que todo se llega a conocer al final, que a Mike Ross termina en la cárcel; no obstante, en la siguiente temporada, no solo que el aludido personaje logra salir de prisión sin cumplir ni la cuarta parte de la pena, sino que también logra la libertad de su compañero de celda con quien trabó amistad y, como si fuera poco, a renglón seguido termina obteniendo una licencia para poder ejercer derecho con toda la legalidad del caso. Una vez más, en la práctica jurídica las cosas no se dan de esa forma, si se hace algo como eso, tarde o temprano se sabrá y las consecuencias llegarán se quiera o no. Conversando con un gran amigo que es abogado también y ejerce en Canadá, me decía que también le gustaba mucho la serie, pero que si Specter existiera ya hubiese sido expulsado de la barra de abogados, al menos dos veces… Ahora, para darle un balance a esta entrada, debo destacar que la serie también nos enseña cosas positivas para nuestra profesión, entre las que cita ahora estas tres: 1.- Rodearse de los mejores.- Si bien Mike Ross no es abogado al inicio de la serie, su innegable su potencial, el uso de su mente fabulosa (aunque este aspecto me parece un poco exagerado), lo convierten en un excelente fichaje. Lo mismo nos damos cuenta con todo aquel que trabaja para la firma de Specter, desde la secretaria de Harvey, como los asociados, el técnico de soporte informático, la investigadora, todos son personas más que competentes para sus tareas. Esto nos enseña que en nuestros despachos debemos procurar rodearnos y buscar colaboración de las personas más calificadas posibles. Por algo Louis Litt busca siempre asociados entre los mejores graduados de Harvard y por algo el propio Steve Jobs –solo por citar un ejemplo- decía que en Apple solo buscaban jugadores de clase “A”. 2.- Prepararse para el caso.- Aunque por motivos de duración de capítulos a esta faceta no se le dedica mucho espacio, sí se logra apreciar la seriedad con la que Harvey, Mike y compañía asumen un caso y lo preparan obteniendo toda la información y trazando estrategias. La preparación del asunto es fundamental para tener mayores probabilidades de victoria. Siempre digo que con una buena demanda se puede lograr sentencia favorable o desfavorable, pero con una mala demanda nunca vamos a tener sentencia favorable. Ahora, con las exigencias del COGEP, no podemos darnos el lujo de pensar y dejar nuestra prueba para el último o de improvisar en el camino, esto sería un “kamikaze jurídico”. 3.- Tomarse tiempo para pensar sobre el caso.- Está muy relacionado con el punto anterior, aunque por su importancia me parece mejor citarlo aparte. Hay muchas escenas en que se encuentra a Harvey pensando en su despacho, en estado de concentración puro cuando está en el medio de un asunto. Si bien es cierto la vida del litigante deja poco tiempo para reflexionar, sí es bastante productivo buscarse momentos tranquilos para pensar sobre los casos y los pasos concretos a seguir y poder analizarlo todo desde nuestra propia perspectiva. Esto en verdad funciona (créanme, lo he logrado poner en práctica), nos ayuda a sopesar pros y contras, tejer estrategias, reducir riesgos y en general, poner en mejor práctica nuestro plan con mayor tranquilidad. |
Better Call Saul
Cuatro cosas que Better Call Saul entiende de los abogados. Better Call Saul (BCS) ha ganado adeptos gracias a su trama dramática y buen desarrollo de personajes. Ejemplo de esto es el realismo que le han dado al trabajo de los abogados. Aquí 4 ejemplos de cómo Jimmy McGill refleja el verdadero trabajo de las leyes: 1.-NO ES UN TRABAJO GLAMOROSO COMO OTRAS SERIES O PELÍCULAS LO HACEN VER. La profesión no es retratada como algo glamoroso o divertido. Es inusual ver en televisión que los abogados sean interpretados como profesionistas estresados y depresivos; es más común verlos con atuendos impecables y dando grandes discursos en la corte. En BCS, como en la realidad, mucho del trabajo es papeleo y llamadas telefónicas. 2.-LAS JERARQUÍAS ESTÁN BIEN MARCADAS. La jerarquía en las firmas de abogados está bien representada, mientras que en otros programas los espectadores podrían pensar que en las firmas solo existen estructuras totalmente llanas y los asociados hablan mucho con los jefes, algo que no sucede; estas interacciones son tensas e incómodas. 3.-ACABA CON LOS ESTEREOTIPOS RACIALES. BCS se esfuerza en desafiar la dicotomía del “hombre blanco de clase alta que busca la justicia” y el “hombre criminal de cualquier otra raza de clase baja”; en esta serie ni todos los blancos son buenos, ni todos los latinos y negros (principalmente) son malos. 4.-MUESTRA LA SUBJETIVIDAD DE LA ÉTICA. Relacionado con el punto anterior, el protagonista, Jimmy McGill, está plenamente consciente de que las reglas éticas en la ley son arbitrarias (sobre todo por la relación que tiene con su hermano), y por lo tanto, está dispuesto a brincarse las reglas si piensa que esto podría traer un mejor beneficio para un tercero, o uno más justo. |
Pensamientos y frases del Derecho.
Ulpiano fue uno de los juristas romanos más importantes. No solo fue un gran compilador y gracias a él hemos podido conocer algunas de las normas de Derecho Romano más importantes, sino que también se le atribuye la definición de justicia entendida como tratar a cada cual de la forma que se merece. De él vamos a destacar esta frase: “el Derecho consiste en tres reglas o principios básicos: vivir honestamente, no dañar a los demás y dar a cada uno lo suyo. Es el arte de lo bueno y lo equitativo”. En esta sabia frase ya podemos apreciar su idea de justicia. Un concepto que ha pervivido a lo largo de los siglos en todas las culturas. Es imposible hablar de Derecho Romano sin hacer mención a Justiniano. Este emperador tenía una gran pasión por el orden y las normas y por ello abordó la tarea de recopilar todas las normas jurídicas romanas, dando lugar al conocido como Código de Justiniano, que es la base del ordenamiento jurídico de todos los países occidentales. A él le debemos esta frase: “la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su Derecho”. En esta expresión volvemos a ver reflejada la idea de justicia de Ulpiano. El pensador y político francés Montesquieu pasó la historia por ser uno de los principales opositores a los gobiernos despóticos y a viejas formas e instituciones. A él le debemos la doctrina de la separación de poderes. Entre los muchos pensamientos y frases de Derecho que dejó para la posteridad, una de las más importante es esta: “una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa”. Una expresión que nos hace entender que es posible que los conceptos de ley y justicia no siempre vayan de la mano, pero que es tarea de los legisladores entender que aquello que la sociedad considera justo se acabe convirtiendo en ley. El jurista alemán Rudolf von Ihering es el padre de la sociología del Derecho. En el siglo XIX elaboró diferentes teorías cuya influencia todavía se puede apreciar hoy en día en la doctrina jurídica. Entre sus frases destacadas no podemos olvidarnos de esta: “en el Derecho posee y defiende el ser humano su condición moral de existencia, sin el Derecho desciende al nivel del animal. El pueblo que no lucha por su Derecho, no merece tenerlo”. Con este pensamiento Ihering se refería a la vinculación entre el ordenamiento jurídico y las creencias morales y éticas de una sociedad, señalando que era algo esencial para que pudiera existir precisamente esa sociedad. También podemos encontrar interesantes frases relacionadas con el Derecho que no fueron pronunciadas por juristas, pero en las que hay un gran trasfondo de verdad. Fue el escritor y poeta polaco Stanisław Jerzy Lec el que pronunció la frase: “Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla”. Aunque en los sistemas democráticos se busca la objetividad de los jueces, es una triste realidad el hecho de que estos se pueden ver influenciados por múltiples factores (presión social, presión política, percepciones personales o incluso corrupción) que hacen que la aplicación de la ley no siempre sea tan justa y objetiva como debería. Jerzy Lec era polaco, judío y de izquierdas, y vivió de lleno la Segunda Guerra Mundial. Teniendo que exiliarse a Israel tras la ocupación alemana de su país. Atendiendo a su historia, es normal que considerara que la aplicación de la ley no es siempre igual para todos, depende de quien esté al mando. Estos son solo algunos ejemplos, pero existen cientos de frases de Derecho pronunciadas por grandes personalidades del mundo jurídico e incluso por no juristas que siempre nos invitan a reflexionar. Un punto común en la mayoría de ellas es apuntalar la idea de justicia y la necesidad de que las normas sean justas para todos aquellos que están sometidos a ellas. Idea que ha impregnado el desarrollo jurídico de todo los países democráticos en los últimos años. |
Abogado.
Abogado es la única profesión donde cuantos más hay, más son necesarios. – Robert Lucky Quien se defiende a sí mismo tiene un tonto por cliente y un imbécil por abogado. – Abraham Lincoln Un abogado sin libros sería como un trabajador sin herramientas. – Thomas Jefferson Por supuesto que la gente se está haciendo inteligente; están dejando que sus abogados, en lugar de sus conciencias, sean sus guías. – Will Rogers Temed, desventurados litigantes, más a los pleitos que a los abogados. – Lorenzo Pignotti Los juicios son un asunto demasiado importante como para dejarlo en manos de meros abogados. – Georges Clemenceau Los abogados son las únicas personas no castigadas por la ignorancia de la ley. – Jeremy Bentham El abogado, tiene la obligación de saber el verdadero contenido de las palabras que escribe o pronuncia, cuando se dirige al estrado. – Manuel Palacios A algunas personas no les gustan los abogados, hasta que los necesitan. – Kenneth G. Eade Solo los pintores y los abogados pueden cambiar el blanco al negro. – Proverbio francés El buen abogado es el mejor vendedor. – Janet Reno Un abogado incompetente puede retrasar un juicio durante meses o años. Un abogado competente puede retrasarlo incluso más tiempo. – Evelle Younger Las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes; y el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad. – Simón Bolívar Un abogado no necesita ser brillante; solo requiere sentido común y uñas más o menos limpias. – John Mortimer Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria. – Gandhi El jurado está compuesto por doce personas elegidas para decidir quién tiene el mejor abogado. – Robert L. Frost La salud del pueblo está en la supremacía de la ley. – Cicerón La justicia se defiende con la razón y no con las armas. No se pierde nada con la paz y puede perderse todo con la guerra. – Papa Juan XXVIII Estos son los mandamientos de Derecho: vivir honestamente, no ofender a los demás, dar a cada uno lo suyo. – Ulpiano La ley primera y fundamental de la naturaleza es buscar la paz. – Thomas Hobbes Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo. – Víctor Hugo Los delitos deben ser calificados según el daño infligido a la sociedad. – Cesare Beccaria Sostengo que quien infringe una ley porque su conciencia la considera injusta, y acepta voluntariamente una pena de prisión, a fin de que se levante la conciencia social contra esa injusticia, hace gala, en realidad, de un respeto superior por el derecho. – Martin Luther King La misericordia es una parte integrante de la justicia. – Jacques Benigne Bossuet La razón y la ley son sinónimos. – John Dewey |
Frases de abogados que habría que leer cada día.
En primer lugar, quizá lo más importante, el decálogo del abogado. Un decálogo del cual el Profesor Eduardo Couture, de origen uruguayo, es su máximo exponente:
Estoy seguro de que cualquiera estaría convencido después de leer estas 10 primeras frases de abogados. Pero voy a dejar otras que aumentarán, aún más, las ganas de ejercer esta profesión:
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James M. Shellow, abogado defensor penal y magistral contrainterrogador, muere a los 95 años. James M. Shellow, criminal defense lawyer and masterful cross-examiner, dies at 95
Por Michael S. Rosenwald 4 de noviembre de 2022 James M. Shellow, un abogado defensor penal conocido por sus contrainterrogatorios agudos y el placer que sentía al ser un as legal muy buscado, incluido el vino caro y los billetes crujientes de $ 100, murió el 29 de octubre en su casa en Milwaukee. Tenía 95. La causa fue covid-19, dijo su hija Jill R. Shellow. En los tribunales de Wisconsin, donde defendió a los miembros de la mafia, a los delincuentes por drogas y a cualquier otra persona que enfrentaba tiempo en una aula (su descripción del encarcelamiento), el Sr. Shellow era una leyenda legal y mentor de los abogados defensores criminales que veneraban su tenaz defensa y capacidad para 20 horas. dias de trabajo “Jim simplemente estaba en guerra con el universo”, dijo Dean Strang , uno de sus protegidos. “Era el tipo de persona que desviaba al planeta un par de grados de su eje: simplemente un ser humano audaz e irresistible. Y detestaba absolutamente la privación de libertad”. Aunque no era tan conocido como Alan Dershowitz, F. Lee Bailey o Leslie Abramson, Shellow era contratado con frecuencia por abogados de todo el país para interrogar a testigos clave, especialmente en casos de drogas, un tema sobre el que literalmente escribió el libro: “Contrainterrogatorio del analista en procesos de drogas”.
Una forma en que el Sr. Shellow logró esto, dijo Strang, fue haciendo que los testigos de cargo admitieran que no estaban calificados para sus trabajos o que no podían decir con certeza si la droga en cuestión, generalmente cocaína o heroína, era la sustancia química definida en el estatuto En un caso que citó el Sr. Shellow al describir sus métodos, le pidió a un testigo de cargo que nombrara solo un “tratado científico reconocido que dice que lo que estaba haciendo era la forma correcta de hacerlo”. “No, no puedo nombrar un libro”, dijo el testigo. “¿Puede nombrar un libro en cualquier idioma, inglés, alemán, francés, cualquier idioma”, continuó el Sr. Shellow, “que sea la metodología apropiada para analizar la cocaína? ¿Un tratado en cualquier idioma? “No puedo nombrar un tratado”, respondió el testigo. "No señor." James Myers Shellow nació el 31 de octubre de 1926 en Milwaukee. Su madre tenía un doctorado en psicología y trabajaba como psicóloga para la policía de Milwaukee. Su padre era contador sindical. El Sr. Shellow casi siguió las trayectorias profesionales de ambos. Después de graduarse de la Universidad de Chicago en 1949, se quedó y recibió una maestría en psicología. Mientras estuvo allí, salió con su compañera estudiante de psicología Gilda Bloom, y se casó con ella en 1950. El Sr. Shellow luego trabajó como ingeniero de sistemas para Chance Vought, un fabricante de aviones militares, y también se convirtió en contador público certificado. Encontró todas esas experiencias aburridas y poco gratificantes, por lo que fue a la facultad de derecho y se graduó de la Universidad de Marquette en 1961. La primera incursión del Sr. Shellow en la defensa penal se produjo durante su tercer año en Marquette, cuando leyó un artículo en la revista Life sobre un juicio por conspiración que involucraba a Joseph Bonanno, Paul Castellano y varios otros mafiosos conocidos. La prueba clave por la que fueron condenados fue una reunión que los hombres celebraron en el norte del estado de Nueva York. Pero el Sr. Shellow, al leer la cobertura de noticias y luego las transcripciones del juicio, notó que los fiscales habían presentado evidencia solo de una reunión, no que se planeó una conspiración durante la misma. “Convencido de que el argumento estaba mal enmarcado en el juicio, Shellow trató de convencer a los abogados defensores de que deberían impulsar su argumento en la apelación”, según la revista Wisconsin Lawyer . “Cuando sus cartas resultaron poco convincentes, tomó un tren a Nueva York y pidió una reunión con uno de los abogados”. No salió bien. “Después de escuchar la perorata de Shellow”, informó la revista, “el abogado le dijo que disfrutara de las vistas y que tuviera un viaje seguro de regreso a Milwaukee”. El Sr. Shellow insistió. Tomó un tren a Cleveland para hablar con Osmond Frankel, un abogado de derechos civiles que trabaja en el caso. “Según cuenta la historia, después de una hora, Frankel estaba convencido”, escribió la revista Wisconsin Lawyer. “Inmediatamente llamó a los otros abogados y cambiaron el escrito de apelación para reflejar la teoría de Shellow. La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito estuvo de acuerdo y todas las condenas fueron anuladas”. La ley de defensa criminal consumió la vida del Sr. Shellow, y no solo por la cantidad de horas que facturó. Su esposa se convirtió en abogada defensora penal y durante años ejercieron en su casa, donde criaron a dos hijas que también se convirtieron en abogadas defensoras penales. El señor Shellow disfrutaba de su prominencia. Strang, un destacado abogado defensor penal de Steven Avery, cuyo juicio por asesinato se relató en el exitoso programa de Netflix "Making a Murderer", recuerda la noche en que el Sr. Shellow lo contrató. “Vamos a tener una buena comida y emborracharnos”, le dijo el Sr. Shellow. Sentado en la cena, con el vino fluyendo, Strang dijo que el Sr. Shellow predijo su éxito en la corte y fuera de ella: “Vas a beber demasiado. Vas a perseguir mujeres. Y vas a llevar billetes de $100”. La hija del Sr. Shellow, Jill, dijo que todo sobre los gustos de su padre era cierto. “Mi padre no dejó de fumar hasta el día antes de morir”, dijo. “Le gustaba el muy buen vino y bebía como un pez. Y, francamente, perseguía cualquier cosa con falda”. Además de su trabajo de defensa criminal, el Sr. Shellow trabajó pro bono para defensores de vivienda justa y desegregación, manifestantes de la guerra de Vietnam y activistas de derechos civiles, incluido el padre James E. Groppi, un sacerdote católico encarcelado por desacato después de una protesta en la Asamblea del Estado de Wisconsin. cámara. Los abogados de la firma del Sr. Shellow llevaron el caso a la Corte Suprema de los Estados Unidos y ganaron. La esposa del Sr. Shellow murió en 2005 y su hija, Robin Shellow, murió el año pasado. Además de su hija Jill, de Hastings-on-Hudson, NY, los sobrevivientes incluyen un hermano y un nieto. Strang, al recordar la carrera de Shellow, dijo que su propia vida como abogado no era una copia completa de la de su mentor. “No bebo mucho”, dijo. “Apenas puedo manejar a una mujer. Pero llevo un billete de $100 en mi billetera hasta el día de hoy. Siempre tendré ese billete de $100 en mi billetera para recordar a Jim Shellow”. |
FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR |
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